Ante un mundo en crisis J. Krishnamurti.

.Ante un Mundo en Crisis
7. Problemas Espirituales
Ojai, 1940
Pregunta: ¿La creencia en Dios no es necesaria en este mundo terrible y despiadado?

Krishnamurti: La creencia en Dios ha existido desde que el mundo es mundo, lo que no nos ha impedido llenarlo de horrores. Tanto el salvaje como el sacerdote altamente civilizado creen en Dios. El hombre primitivo mata con arcos y flechas, y se dedica a danzas frenéticas; el sacerdote civilizado bendice los acorazados y los bombarderos, dando para ello una serie de razones. Esto no lo digo cínicamente ni con ánimo despreciativo, de modo que no tenéis por qué sonreír. Es un asunto muy serio. Ambos son creyentes; pero están también los otros, los que no creen en nada, y que también optan por liquidar a los que se les cruzan en el camino. El hecho de adherirse a una creencia o a una ideología no acaba con las matanzas, la opresión y la explotación. Por el contrario, ha habido y continúan produciéndose espantosas guerras, destrucción y persecuciones en las que se invoca la causa de la paz y el nombre de Dios. Si logramos hacer de lado esas creencias e ideologías antagónicas, e introducimos en nuestra vida diaria un cambio profundo, habrá alguna probabilidad de que surja un mundo mejor. Es la propia vida cotidiana de cada ser humano que ha provocado la actual y anteriores catástrofes. Nuestro atolondramiento, nuestros exclusivismos nacionales, nuestras barreras y privilegios económicos, nuestra falta de compasión y de buena voluntad, han traído estas guerras y otros desastres. La mundanalidad, de naturaleza eruptiva, vomitará siempre caos y dolor.

Somos un resultado del pasado, y al edificar sobre él sin entenderlo, provocamos desastres. La mente, que es un resultado, un compuesto, no llega a entender Aquello que no está constituido por fragmentos, que carece de causa y es independiente del tiempo. Para comprender lo increado, la mente debe cesar de crear. Toda creencia pertenece forzosamente al pasado, a lo creado; y ella constituye un impedimento para la experimentación de lo real. Cuando el pensar‑sentir está anclado, en estado de dependencia, el entendimiento de lo real resulta imposible. Tiene que haber una franca y serena liberación del pasado, una espontánea inundación de silencio; sólo en tales condiciones puede florecer Aquello que es real. Cuando contempláis una puesta de sol, en ese instante de belleza un júbilo espontáneo y creador os invade. Luego, cuando deseáis que la misma experiencia se repita, la puesta de sol ya no os emociona; tratáis de sentir la misma dicha creadora, pero no la halláis. Vuestra mente fue capaz de recibir cuando nada pedía ni esperaba; pero habiendo recibido una vez quiere más y esa codicia la enceguece. La codicia es acumulativa y representa una pesada carga para la mente-corazón; no cesa de juntar, de almacenar. Nuestro pensar y sentir se ven corrompidos por la codicia, por las olas corrosivas del recuerdo. Sólo un estado de conciencia alerta y profunda pone fin a este proceso absorbente del pasado. La codicia, al igual que el placer, siempre limita y singulariza. ¿Y cómo un pensamiento nacido de la codicia habría de entender Aquello que es inconmensurable?

En lugar de reforzar vuestras creencias e ideologías, daos plena cuenta de vuestro pensar y sentir, pues en él está el origen de los problemas que la vida os presenta. Lo que vosotros sois, la es el mundo: si sois crueles, sensuales, ignorantes, codiciosos; así será el mundo. Vuestra creencia en Dios, o vuestra incredulidad a su respecto, muy poco significan. Sólo con vuestros pensamientos, sentimientos y acciones, en efecto, haréis del mundo una cosa terrible, cruel, bárbara, o un lugar de paz, de compasión y de sabiduría.

Pregunta: Díganos usted, por favor, ¿cuál es su concepto de Dios?

Krishnamurti: Y bien, ¿por qué queremos saber si hay Dios? Si de un modo profundo podemos entender la intención de esta pregunta, comprenderemos muchísimo La creencia y la no creencia, son obstáculos positivos para la comprensión de la realidad; la creencia, los ideales, son el resultado del temor, el temor limita al pensamiento y para escapar del conflicto nos acogemos a distintas formas de esperanzas, estímulos e ilusiones. La realidad es experiencia auténtica, directa. Si dependemos de la descripción de otro, la realidad se desvanece porque lo que se describe no es real. Si nunca hemos probado la sal, de nada sirve la descripción de su sabor. Tenemos que probarla para conocerla. Ahora bien, la mayoría de nosotros queremos saber lo que es Dios, porque somos indolentes, porque es más fácil depender de la experiencia de otro que de nuestra propia comprensión; esto también cultiva una actitud irresponsable en nosotros, y entonces todo lo que tenemos que hacer es imitar a otro, modelar nuestra vida de acuerdo con un patrón o según la experiencia de otro, y siguiendo su ejemplo pensamos que hemos llegado, que hemos alcanzado, que hemos realizado. Para comprender lo supremo debe haber liberación del tiempo, el continuo pasado, presente y futuro: de los temores a lo desconocido, de los fracasos y del éxito. Hacéis esta pregunta porque, o bien queréis comparar vuestra imagen de Dios con la mía y de este modo afirmaros en ella, o reprobarla; mas esto sólo lleva a la pugna y al enfangamiento de las opiniones. Este camino no conduce a la comprensión.

Dios, la Verdad, o como queráis llamar a la realidad, no puede describirse. Lo que se puede describir no es lo real. Es vano inquirir si hay Dios, porque la realidad nace cuando el pensamiento se liberta de sus limitaciones, de sus anhelos. Si estamos educados en la creencia en Dios o en la oposición a ella, el pensamiento está sugestionado y se está formando un hábito, de generación en generación. Tanto la creencia, como la no creencia en Dios, impiden la comprensión de Dios. Estando anclados en la fe, cualquiera experiencia que podáis tener de acuerdo con vuestra creencia, sólo puede fortalecer más vuestro condicionamiento previo. La mera continuidad del pensamiento limitado no es la comprensión de la realidad. Cuando afirmamos a través de nuestra propia experiencia que existe o no existe Dios, estamos continuando y multiplicando experiencias influidas por el pasado. Sin que comprendamos las causas de nuestra esclavitud las experiencias no nos dan sabiduría. Si continuamos repitiendo determinada influencia a la que llamamos experiencia, tal cosa sólo fortalece nuestras limitaciones; pero no produce la liberación de ellas. La mente, como apunté en mi plática, es resultado del anhelo y, por tanto, transitoria; así, cuando la mente concibe una teoría de Dios o de la verdad, la probable es que sea un producto de su propia fantasía, y por ende, no es real. Tiene uno que llegar a darse cuenta plenamente de las distintas formas de anhelo, de temor, etc., y a través de la indagación y discernimiento constantes, nace una nueva comprensión que no es resultado del intelecto o de la emoción. Para comprender la realidad, tiene que haber lucidez, constante y darse cuenta.

Ojai, 1940
El amor es la única respuesta duradera a nuestros problemas humanos. No lo dividáis artificialmente en amor a Dios y amor al hombre. Solamente hay amor, pero el amor está cercado por diversas barreras. La compasión, el perdón, la generosidad y la bondad no pueden existir si no hay amor. Sin amor, todas las virtudes llegan a ser crueles y destructivas. El odio, la envidia, la mala voluntad, impiden la plenitud del pensamiento-emoción y es solamente en lo completo, en la plenitud, en donde puede haber compasión, perdón.

J. KRISHNAMURTI        Año 1940

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Soy  lo que Soy.


Este es el secreto de toda vida.

Que no hay propósito para estar aquí.

O lo que es lo mismo, que el propósito de estar aquí es estar aquí.

No estar aquí así o asá, de tal o cual modo.

Sino simplemente estar aquí como sea que uno esté en este momento.

No hay ningúna manera de estar aquí que sea "la correcta".

Ni ninguna que no la sea.

Y creer cualquier otra cosa es "luchar, esforzarse y sufrir por llegar a ser".

Por no ser lo que soy como soy, y llegar a ser algo que no soy.

Creer eso es convertirme en un "yo-inadecuado" que se siente como una entidad aislada, separada de la vida, a la cual las cosas le suceden a él.

Un "yo" que tiene que estar todo el tiempo esforzándose por "progresar", por "ser mejor", por acercarse a "lo que debería ser".

Sin esa creencia, hay comunión internamente.

Y por añadidura, externamente también, al punto que "interno" y "externo" se disuelven.

No hay ya más "yo", que en realidad nunca hubo.

Hay sólo la vida, siendo lo que es, manifestándose con la apariencia de cada cosa y cada quien.

Hay sólo lo Absoluto, que ha querido saborearse a si mismo en la aventura absolutamente irrepetible de ser, de existir, de estar aquí, ahora, como el usted que "usted" aquí y ahora es.

Sin nada por lo que matar o matarse.

Sin nada que tener que lograr o alcanzar para hacerse merecedor de sentirse en unidad con la vida.

Sin nada especial que haya que saber o hacer para disfrutar.

Y lo que es más, sin nadie que mate o se mate, sin nadie que tenga que hacer o saber o tratar de o lograr o alcanzar nada.

Sin ningún "yo" que tenga que hacer nada para ser así o llegar a ser asá.

Hay tan sólo lo Absoluto, lo único que ES, siendo usted, yo, la rosa y el clavel.

Hay lo mismo que hasta ahora ha habido, y lo mismo que probablemente después de ahora va a haber.

Y si hay lo mismo, ¿cuál es la diferencia que el darme cuenta de este secreto me puede hacer?

La diferencia es abismal.

En una nunca hubo ni habrá jamás paz.

En la otra nunca habrá nada más que paz.

Y contento.

Y absoluta e imperturbable conciencia de que se está en casa, y de que jamás se ha dejado ni se dejará de estar.

El propósito de estar aquí es estar aquí.

Este es el "secreto" que jamás podrá ser "mi" secreto o "tú" secreto.

Es el secreto de toda vida.

El secreto de la vida.



Richard Mesones.
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Uno mismo sólo puede ser Uno mismo.

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En cualquier situación, en cualquier circunstancia, independientemente del entorno y su cambiante decorado tanto exterior como interior, uno, lo único que puede ser, es ser uno mismo.

Y lo único sano que puede "hacer" es no tratar de ser de un modo que no es; o sea, no tratar de no ser como es.

Pues de todos modos uno sólo puede ser uno mismo, y las únicas variantes posibles son ser uno mismo siendo uno mismo, o ser uno mismo fingiendo no serlo, para así recibir "aceptación", o cualquier otra cosa que uno crea necesitar del entorno para poder sentirse bien.

O sea, que no existe ni la más remota posibilidad de que uno mismo no sea uno mismo tal cual uno mismo es.

Usted está "condenado" a ser usted mismo; siempre (aún a pesar de todos sus esfuerzos por no serlo!).

Y la única felicidad real a la que usted puede aspirar es a la plenitud de ese uno-mismo, la cual es i n t e g r i d a d.

Sin integridad lo que hay es uno mismo negándose a florecer en la respuesta que el momento me requiere siendo yo mismo.

No importa a quién uno admire, con qué ídolos se identifique, a que club religioso se afilie, bajo que ideales se cobije, o que senda a no se sabe que meta uno trate de tomar; cada uno es único, y cada uno sólo puede ser él mismo y nadie más.

Y frente a cada reto, a cada circunstancia, en cada momento, sólo uno siente como siente pues sólo uno es uno.

Por más que uno trate de imitar y copiar y ser como...

No lo logrará jamás.

Cada uno está viviendo su vida como nadie más la podría vivir ni la podrá vivir jamás.

Imitar es tan sólo falsearse; es cobardía.

E imitar a alguien auténtico no te hará jamás auténtico, te hará un imitador.

Ni uno puede ser tampoco un referente para nadie más, por más que así alguien lo suplique o nos lo ruegue.

En cada situación que se vive, que es siempre única y nueva, la respuesta que otros dieron a una situación similar no cuenta, sólo cuenta la respuesta que uno mismo siente, y ese sentir es la respuesta!

En la manifestación espontánea del sentir auténtico que se traduce en la acción, está floreciendo la flor de la propia integridad.

Sentir es darse cuenta de ser.

Y darse cuenta del sentir es claridad que no deja lugar a "opciones", a ninguna dualidad mental.

Una mente clara es una mente que no discute con la realidad.

Y en esa claridad puede nuestra integridad florecer.

No lo que los demás piensan que uno es, y que según eso frente a tal o cual situación uno debería supuestamente sentir así y hacer asá.

No lo que uno piensa que uno es, y que según eso frente a tal o cual situación uno debería supuestamente sentir así y hacer asá.

No.

Tan sólo darse cuenta del propio SENTIR.

Eso es claridad que termina con toda dualidad y conflicto mental.

Eso es integridad.

Entonces uno se da cuenta que cualquier otro intento de modificar lo que uno siente es tratar de ser algo que no se es, y que no le es a uno posible serlo.

Sentir no depende de uno, no es voluntario.

Entonces uno se da cuenta, irreparablemente, que para bien o mal, más allá del bien y del mal, uno mismo sólo puede ser Uno mismo.

Esa es la GRACIA de Ser-lo-que-Soy.

Es la Gracia, que es la Vida Una, siendo única, floreciendo única en cada ser...





Richard Mesones.

Los diez necios que penaban por la pérdida del décimo de ellos que jamás se perdió.

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Los diez necios vadearon una corriente de agua y al alcanzar la otra orilla quisieron cerciorarse de que todos ellos habían cruzado efectivamente sanos y salvos la corriente. Uno de los diez comenzó a contar, pero mientras contó a los otros se dejó a sí mismo fuera. "Yo veo solamente nueve; cierto, hemos perido a uno. ¿Quién puede ser?", dijo. "¿Has contado correctamente?", preguntó otro, e hizo el recuento él mismo. Pero él también contó solamente nueve. Uno tras otro cada uno de los diez contó solamente nueve, omitiéndose a sí mismo. "Nosotros somos solamente nueve", estuvieron de acuerdo todos, "¿pero quién es el que falta?", se preguntaban. Todos los esfuerzos que hicieron para descubrir al individuo "desaparecido" fracasaron. "Quienquiera que sea se ha ahogado", dijo el más sentimental de los diez necios, "lo hemos perdido": Diciendo esto estalló en lágrimas y los otros le siguieron.
Viéndolos llorar a la orilla del río, un compadecido viajero preguntó por la causa. Ellos le contaron lo que había ocurrido y le dijeron que incluso después de contarse entre sí mismos varias veces no pudieron encontrar más que nueve. Al oír la historia, y viéndolos a los diez delante de él, el viajero adivinó lo que había ocurrido. A fin de hacerles saber por sí mismos que eran realmente diez, que todos ellos habían sobrevivido a la travesía, les habló así: "Que cada uno de ustedes cuente por sí mismo pero uno después de otro en serie, uno, dos, tres y así sucesivamente, mientras yo les daré a cada uno de ustedes una cachetada a fin de que todos ustedes puedan estar seguros de haber sido incluidos en la cuenta, e incluidos solamente una vez. Entonces será encontrado el décimo hombre que falta". Oyendo esto se regocijaron ante la perspectiva de encontrar a su camarada "perdido" y aceptaron el método sugerido por el viajero.
Mientras el buen viajero daba una cachetada a cada uno de los diez por turno, el que recibía el golpe se contaba a sí mismo en voz alta. "Diez", dijo el último hombre que recibió el último golpe en su turno. Desconcertados se miraron unos a otros. "Nosotros somos diez", dijeron a una sola voz y le dieron las gracias al viajero por haberles quitado su aflicción.
Ésta es la parábola. ¿De dónde vino el décimo hombre? ¿Estuvo perdido alguna vez? Al saber que había estado allí todo el rato, ¿aprendieron algo nuevo? La causa de su aflicción no era la pérdida real de nadie, era su propia ignorancia, o más bien su mera suposición de que uno de ellos se había perdido.
Tal es el caso de usted. Verdaderamente no hay ninguna causa para que usted sea miserable e infeliz. Usted mismo impone limitaciones a su verdadera naturaleza de ser infinito, y entonces llora porque usted es sólo una criatura finita. Entonces usted emprende ésta o aquella práctica espiritual para trascender las limitaciones no existentes. Pero si su práctica espiritual misma asume la existencia de las limitaciones, ¿cómo puede ayudarle a usted a trascenderlas? Su ignorancia es una ignorancia imaginaria. Sepa entonces que el verdadero conocimiento no crea un ser nuevo para usted, solamente disuelve su ignorancia. La felicidad tampoco viene a agregarse a su naturaleza, meramente se revela como su verdadero estado natural, eterno e imperecedero.




Sri Ramana Maharshi.

Para darse cuenta de darse cuenta...

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Lo único necesario para vivir una vida clara, libre de todo conflicto-confusión-sufrimiento, iluminada y trascendente, es darse cuenta de darse cuenta.


Y no hay nada que se pueda hacer para darse cuenta de darse cuenta;
pero, tampoco hay nada que se necesite hacer para darse cuenta de darse cuenta!


Lo único necesario para darse cuenta de darse cuenta, es darse cuenta de que no se necesita de hacer nada para darse cuenta de darse cuenta!






Richard Mesones.

¿Qué es confusión?

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Confusión es cree que uno es un "yo-que-necesito-que-X-no-sea-así-para-poder-sentirme-en-paz-con-la-vida".

Sin esa falsa creencia, al ver la FALSEDAD de la misma, lo que queda, es lo que SOY.

Ese SOY que todos somos.

El mismo SOY.

Lo que queda es COMUNIDAD.

La Común-Unidad inalterable de todo lo que es, en el fluir constantemente cambiante de las apariencias de lo que es.



Richard Mesones.

CONFUSIÓN ES EL NOMBRE DE LA ÚNICA ENFERMEDAD

Claridad es poder discernir nìtidamente cual es mi sentir real y cual no lo es.

Ver lo falso como tal para que sòlo lo verdadero quede en mi asumido como tal.

Y poder asì responder desde mi sentir real a la realidad, a lo que es, en comuniòn con lo real, desde lo real.

Lo real respondiéndo a lo real.

La Verdad que es ESO que ES manifestándose como lo-que-es a cada momento en cada quien y en todo nuestro alrededor.

Como la realidad.

El fin de la ilusiòn (ignorancia de què es real) es el fin de la pretendida "separaciòn" de lo real y el fin del sufrimiento.

Es el fin de la extrtanjerización de uno mismo que supone el asumir que uno siente de un modo que no siente, y que no siente del modo que sí siente.

Es el fin del divorcio interior. De la fragmentación. De la dualidad. Del conflicto.

El fin de la confusiòn es claridad, es realidad y comuniòn con-en lo real.

Es integridad. Integralidad de lo único que ES, de lo único que hay.

CONFUSIÓN es el nombre de la ùnica enfermedad que sufre y ha sufrido siempre la humanidad.


Richard Mesones.

La autoindagación y "El Trabajo" de Byron Katie.

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Lo que es, es


Únicamente sufrimos cuando creemos un pensamiento que está en desacuerdo con lo que es. Cuando la mente está perfectamente clara, lo que es, es lo que queremos. Si quieres que la realidad sea diferente de lo que es, podrías intentar enseñarle a ladrar a un gato y obtendrías el mismo resultado. Puedes intentarlo una y otra vez, y al final, el gato te mirará y volverá a decir: «Miau».

Desear que la realidad sea diferente de lo que es, es un deseo imposible de satisfacer.

Y aun así, si prestas atención advertirás que tienes pensamientos de este tipo docenas de veces al día: «La gente debería ser más amable», «Debería enseñarse a los niños a comportarse bien», «Mis vecinos deberían cuidar mejor su césped», «La cola del supermercado debería avanzar más deprisa», «Mi mujer (o mi marido) debería estar de acuerdo conmigo», «Debería estar más delgada (o ser más guapa o tener más éxito)».

Estos pensamientos constituyen distintas maneras de querer que la realidad sea diferente de lo que es. Si te parece que esto suena deprimente, estás en lo cierto.

Toda la tensión que sentimos se origina en nuestras discusiones con lo que es.

Personas aún no familiarizadas con El Trabajo me dicen a menudo: «Pero si renunciase a mi discusión con la realidad perdería parte de mi poder. Si simplemente acepto la realidad, seré pasiva. Quizás incluso pierda el deseo de actuar». Yo les contesto con una pregunta: «¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad?». «Ojalá no hubiese perdido mi trabajo» o «He perdido mi trabajo; ¿qué puedo hacer ahora?»: ¿Qué es lo que te da más poder?

El Trabajo revela que lo que piensas que no debería haber sucedido sí debería haber sucedido. Debería haber sucedido porque así fue y ningún pensamiento del mundo puede cambiarlo.

Eso no quiere decir que lo toleres ni que lo apruebes.

Sólo significa que eres capaz de ver las cosas sin resistencia y sin la confusión de tu lucha interior.

Nadie quiere que sus hijos enfermen, nadie quiere ser víctima de un accidente de coche; pero cuando estas cosas ocurren, ¿de qué forma podría ayudar discutir mentalmente con ellas? Sabemos que no tiene sentido, y sin embargo, lo hacemos porque no sabemos cómo dejar de hacerlo.

Soy una amante de lo que es, no porque sea una persona espiritual, sino porque, cuando discuto con la realidad, sufro.

Podemos saber que la realidad está bien tal como es porque, cuando discutimos con ella, sentimos tensión y frustración. No nos sentimos normales ni equilibrados.

Cuando dejamos de oponernos a la realidad, la acción se convierte en algo sencillo, fluido, amable y seguro.
Ocúpate de tus propios asuntos

Sólo puedo encontrar tres tipos de asuntos en el universo: los míos, los tuyos y los de Dios. (Para mí, la palabra Dios significa «realidad».

La realidad es Dios, porque gobierna. Todo lo que escapa a mi control, al tuyo y al de cualquier otra persona es lo que yo denomino «los asuntos de Dios».) Buena parte de nuestras tensiones proviene de vivir mentalmente fuera de nuestros asuntos.

Cuando pienso:
«Necesitas encontrar un trabajo, quiero que seas feliz, deberías ser puntual, necesitas cuidar mejor de ti mismo», me estoy inmiscuyendo en tus asuntos. Cuando me preocupo por los terremotos, las inundaciones, la guerra o la fecha de mi muerte, me estoy inmiscuyendo en los asuntos de Dios. Si mentalmente estoy metida en tus asuntos o en los de Dios, el efecto es la separación.

Fui consciente de esto hace tiempo, en 1986. Cuando, por ejemplo> me inmiscuía mentalmente en los asuntos de mi madre con pensamientos del tipo: «Mi madre debería comprenderme», experimentaba de inmediato un sentimiento de soledad. Y comprendí que siempre que me he sentido herida o sola, he estado inmiscuida en los asuntos de otra persona.

Si tú estás viviendo tu vida y yo estoy viviendo mentalmente tu vida, ¿quién está aquí viviendo la mía?

Los dos estamos ahí. Ocuparme mentalmente de tus asuntos me impide estar presente en los míos. Me separo de mí misma y me pregunto por qué razón mi vida no funciona.

Pensar que yo sé lo que es mejor para los demás es estar fuera de mis asuntos.

Incluso en nombre del amor, es pura arrogancia y el resultado es la tensión, la ansiedad y el miedo. ¿Sé lo que es adecuado para mí? Ese es mi único asunto.

Permíteme trabajar en eso antes de tratar de resolver tus problemas por ti. Si comprendes los tres tipos de asuntos lo bastante para ocuparte de los tuyos propios, este conocimiento puede liberar tu vida de una manera que ni siquiera eres capaz de imaginar. La próxima vez que sientas tensión o incomodidad, pregúntate de quién son los asuntos en los que te ocupas mentalmente, ¡y quizás estalles en carcajadas! Esa pregunta puede devolverte a ti mismo. Tal vez llegues a descubrir que, en realidad, nunca has estado presente y que te has pasado toda la vida viviendo mentalmente en los asuntos de otras personas.

Y si practicas durante un tiempo, quizá descubras que en realidad no tienes ningún asunto y que tu vida funciona perfectamente por sí misma.

Enfréntate a tus pensamientos con comprensión

Un pensamiento resulta inofensivo a menos que nos lo creamos.

No son nuestros pensamientos, sino nuestro apego a ellos, lo que origina nuestro sufrimiento. Apegarse a un pensamiento significa creer que es verdad sin indagar en él. Una creencia es un pensamiento al que hemos estado apegados, a menudo durante años.

La mayoría de la gente cree que «es» lo que sus pensamientos dicen que es.

Un día advertí que no estaba respirando: me estaban respirando. Entonces también advertí, con gran sorpresa, que no estaba pensando: que, en realidad, estaba siendo pensada y que pensar no es personal. ¿Te despiertas por la mañana y te dices: «Creo que hoy no voy a pensar»? Es demasiado tarde: ¡ya estás pensando!

Los pensamientos sencillamente aparecen.
Provienen de la nada y vuelven a la nada, como nubes que se mueven a través de un cielo vacío. Están de paso, no han venido para quedarse. No son perjudiciales hasta que nos apegamos a ellos como si fueran verdad.

Nadie ha sido capaz, jamás, de controlar su pensamiento, aunque la gente cuente la historia de cómo lo ha conseguido. No dejo que mis pensamientos se marchen: me enfrento a ellos con comprensión. Son ellos los que me dejan marcharme a mí.

Los pensamientos son como la brisa o las hojas en los árboles o las gotas de lluvia que caen. Aparecen del mismo modo, y a través de la indagación, podemos entablar amistad con ellos.

¿Discutirías con una gota de lluvia?

Las gotas de lluvia no son personales, como tampoco lo son los pensamientos. Una vez que te has enfrentado a un concepto doloroso con comprensión, la próxima vez que aparezca quizá te resulte interesante. Lo que solía ser una pesadilla ahora es sólo algo interesante. La siguiente vez que aparezca, tal vez te resulte divertido. Y la siguiente vez, quizá ni siquiera lo adviertas.

Este es el poder de amar lo que es.

Byron Katie.

Lo que Es (estracto)

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Yo Soy ... LA EXPRESIÓN divina exactamente como yo soy, justamente aquí, justamente ahora. Usted es la expresión divina exactamente como usted es, justamente aquí, justamente ahora. Ello es la expresión divina, exactamente como ello es, justamente aquí, justamente ahora. Nada, absolutamente nada, necesita ser agregado ni quitado. Nada es más válido o sagrado que nada.

No se necesita cumplir ninguna condición. Lo infinito no está en alguna parte esperando que nosotros devengamos dignos de ello.Yo no tengo que experimentar "la noche oscura del alma", ni la sumisión, ni ser purificado, ni pasar por ningún tipo de cambio ni proceso. ¿Cómo puede el ilusorio sí mismo separado practicar algo para revelar que es ilusorio?.

Yo no necesito ser serio, honesto, deshonesto, moral o inmoral, estético o grosero. No hay ningún punto de referencia. La historia de la vida que aparentemente ha acontecido es única y exactamente apropiada para cada despertar.

Todo es justo y como debe ser, justamente ahora. No porque sea un potencial para algo mejor, sino simplemente porque todo eso es una expresión divina.La invitación a descubrir que no hay nadie que necesita la liberación es constante.

No hay ninguna necesidad de esperar momentos de transformación, de buscar al no-hacedor, de felicidad permanente, de un estado sin ego o de una mente tranquila.

Ni siquiera tengo que esperar que descienda la gracia, pues yo soy ya, usted es ya, ello es ya la gracia permanente.




Tony Parsons.




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¿Hay algo más profundo que sentirse en Comunión-Unidad con todo lo que es? o ¿Qué es Liberación? (Preguntas Esenciales)

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Darse cuenta es satori; súbito despertar a la verdad de algo.


Darse cuenta de ser en unidad con todo lo que es, es samadhí, un estado de profundo éxtasis.


Darse cuenta de que esto también es un estado ("esto también pasará") y no lo que uno es, eso es Liberación.







Richard Mesones.

)

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Frases...

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-Eres como un espejismo en el desierto,
que el hombre con sed considera agua;
pero cuando éste se acerca descubre que no era nada.

Al Alawi.

-No seas fiel a tu mente para poder serle fiel a Aquello que Es.

Mira Pagal.

-Estamos aquí y es ahora. Aparte de esto, todo conocimiento humano no es más que un reflejo.

H. L. Mencken.

-Nirvana y samsara no son dos.

Milarepa.

-Usted ya está iluminado, pero sigue hipnotizado por la creencia de que no lo está.

Tony Parsons.

-¿Cómo podemos percibir nuestra verdadera naturaleza?
Aquello que percibe es nuestra verdadera naturaleza.

Hui-hai.

-Estamos atrapados por la creencia de que esto no es realmente eso...

Dasarath.

-¿Deseas penetrar directamente y ser libre?
Cuando digo esto, muchos me escuchan...¡Rápido! ¡Fíjate en el que está escuchando lo que digo! ¿Quién es el que ahora mismo está escuchando?

Bassui.

-Usted vuelve al lugar que nunca abandonó.

Douglas Harding.

-Creo que los hombres continuarán sintiendo durante mucho tiempo la necesidad de rastrear hasta su fuente el río mágico que fluye de sus ojos, bañando con la misma luz y sombra ilusorias tanto las cosas que existen como las que no.

André Breton.

-Lo que usted busca es aquello que realiza la búsqueda.

Wei Wu Wei.

-Todo ese universo es en mis ojos.

Sepro.

-Todo es bueno... todo.
El hombre es infeliz porque desconoce que es feliz. Sólo por eso. ¡Eso es todo, eso es todo! Cualquiera que lo descubra será feliz instantáneamente, ahora mismo.

Fyodor Dostoyevskky.

-En el universo, todo lo que aparezca ante usted se debe únicamente a esa gran Luz que habita en su interior.

Ananda Mayi Ma.

-Usted como persona consciente y todo aquello de lo que es usted consciente son un mismo proceso.

Alan Watts.

-Ver con claridad es poesía, filosofía y religión, todo en uno.

John Ruskin.

-Todo lo que tengo que hacer para que comience el juego es olvidar que el hecho de que exista alguien allá fuera aparte de mí es sólo una apariencia.

Chuck Hillig.

-Solo aquello que es anterior a la aparición de ésta conciencia corporal es su verdadera identidad. Ésa es la realidad. Está aquí y ahora, y no hay manera de que alguien pueda alcanzarla o agarrarla.

Ramesh S. Balsekar.

-¿Está usted en el mundo?
¿O es el mundo el que está en usted?

Ramana Maharshi.

-Toco el cielo con mis dedos.
La distancia es una fantasía.

William Blake.

-Son sus esperanzas de un mañana mejor lo que lo mantienen encadenado hoy.

Ram Tzu.

-Si no puedes hallar la verdad donde estás, ¿dónde esperas encontrarla?
La verdad no se halla muy lejos; es siempre presente. No es algo que haya que alcanzar porque ni uno solo de tus pasos te aleja de ella.

Dogen.

-Aquí está, ahora mismo.
Empieza a pensar en ello y te lo perderás.

Huang Po.

-Buscas a Dios en el cielo y en la tierra, pero no conoces al que tienes delante de tus ojos porque no sabes cómo buscar en este mismo instante.

Jesús.

-Éste es el momento. Éste es el lugar. Ésta es la inmensidad. Aquí mismo es el paraíso. Siempre. Siempre.

Byron Katie.

-Allí, detrás de los pensamientos
acerca de hacer el bien o hacer el mal, hay un campo.
Allí te esperaré.

Rumi.

LO QUE NOSOTROS SOMOS.

Lo que nosotros somos.

Realmente, lo que nosotros somos no tiene nada que ver con mentes tranquilas, con muertes de ego, purificaciones o cualquiera de las ideas que se nos han enseñado sobre los estados en que deberíamos estar. Este tipo de enseñanzas sólo tienen que ver con las predisposiciones personales. Siempre es atractivo para la mente cuando se ofrece un método o una técnica para tranquilizarla o matar el ego. Para la mente no hay ninguna posibilidad de tranquilizar a la mente, y una vez que se reconoce lo que usted es, es la conciencia tranquila y silente que ve operar a la mente y sus actividades, entonces se reconoce también que no hay ninguna necesidad de tranquilizar la mente. Todo es muy simple, ciertamente. Lo que nosotros somos es sólo el trasfondo, asentado justamente ahí, esperando que nos detengamos en alguna parte y veamos el asunto. Una vez que acontece esto, entonces comenzamos a tener un sabor diferente sobre lo que nosotros somos.



Tony Parsons.

Krishnamurti -sobre la atención- con estudiosos budistas.

El Milagro de la Atención - J. Krishnamurti

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¿Podemos dejar de lado todas las ideas, conceptos y teorías y averiguar por nosotros mismos si existe algo sagrado --no la palabra, porque la palabra no es la cosa, la descripción no es lo descrito--, si hay algo real, no una imaginación, algo ilusorio, fantasioso, no un mito, sino una realidad que nunca puede ser destruida, una verdad que es perdurable?.

Para descubrir eso, para dar con ello, toda clase de autoridad, especialmente la espiritual, dede ser totalmente descartada, porque supone conformismo, obediencia, aceptación de cierta pauta. Una mente debe ser capaz de mantenerse sola, de ser su propia luz. Seguir a otro, pertenecer a un grupo, practicar métodos de meditación prescritos por una autoridad, por la tradición, es totalmente irrelevante para aquel que investiga la cuestión de si existe algo eterno, intemporal, algo que el pensamiento no puede medir y que opera en nuestra vida diaria. Si no funciona como parte de nuestra vida cotidiana, entonces la meditación es una evasión y absolutamente inútil. Todo esto implica que uno debe valerse por sí mismo. Hay una diferencia entre el aislamiento y recogimiento, entre soledad y ser capaz de mantener la propia autonomía de manera clara, no confusa, incontaminada.

Lo que nos concierne es la totalidad de la vida: no uno se sus segmentos o fragmentos, sino la totalidad de lo que hacemos, pensamos, sentimos y como nos comportamos. Puesto que lo que nos incumbe es la totalidad de la vida, en manera alguna podemos tomar un fragmento, que es el pensamiento, y por ese medio resolver todos nuestros problemas . El pensamiento puede conceder autoridad así mismo para juntar a todos los demás fragmentos, los cuales han sido creados por el propio pensamiento. Estamos condicionados a pensar en términos de progreso, de consecución gradual. La gente cree en la evolución psicológica, pero ¿acaso existe el "yo" que, psicológicamente, consigue algo que no sea la proyección del pensamiento?

Para averiguar si existe algo que no sea proyectado por el pensamiento, que no sea una ilusión, un mito, debemos preguntarnos si el pensamiento puede ser controlado, mantenido en suspenso, suprimido, de manera que la mente esté completamente quieta. Control implica el controlador y lo controlado, ¿no es cierto? ¿Quién es el controlador? ¿No es este también creado por el pensamiento, uno de sus fragmantos que ha asumido la autoridad del controlador? Si usted ve eso, entonces el controlador, el experimentador es lo experimentado, el pensador es el pensamiento. No son entes separados. Si comprende eso, entonces no hay ninguna necesidad de controlar.

Si no hay ningú controlador, porque el controlador es lo controlado, entonces, ¿qué sucede? Cuando hay división entre el controlador y lo controlado, hay conflicto y desperdicio de energía. Cuando el controlador es lo controlado, no hay desgaste de energía. entonces tiene lugar la acumulación de toda esa energía que había sido disipada en la represión, en la resistencia producida por la división entre el controlador y lo controlado. Cuando no hay división alguna, usted tiene toda esa energía para ir más allá de aquello que creyó que debía ser controlado. Debe comprenderse claramente que en la meditación no hay ningún control ni sometimiento del pensamiento a una disciplina, porque el que disciplina y controla es un fragmento del pensamiento. Si usted ve la verdad de eso, entonces posee toda la energía que ha sido disipada mediante la comparación, el control y la represión para ir más allá de lo que realmente es.

Estamos preguntando si la mente puede estar absolutamente quieta. porque lo que está quieto tiene gran energía. Es la suma de toda la energía. La mente, que está parloteando, siempre en movimiento, que es el pensamiento continuamente mirando hacia atrás, recordando, acumulando conocimiento, cambiando constantemente, ¿puede estar completamente quieta? ¿Ha intentado alguan vez descubrir si el pensamiento puede estarse quieto? ¿De qué forma va a averiguar cómo producir esta quietud del pensamiento?. Mire, el pensamiento es tiempo y el tiempo es movimiento, medida. En la vida diaria usted mide, compara, tanto en lo físico como en lo psicológico. Eso es medida; la comparación significa medida. ¿Puede usted vivir sin compración en la vida diaria? ¿Puede dejar de comparar por completo , no en la meditación sino en la vida de cada día? Usted compara cuando escoge entre dos tejidos, esta tela o esa, cuando compara dos automóviles o partes del conocimiento, pero en el plano psicológico, interior, nos comparamos con otros. Cuando esa comparación cesa, como debe ser, entonces ¿podemos valernos completamente por nosotros mismos? Eso es lo que está implícito cuando no hay ninguna comparación, lo cual no significa que usted vegete. De modo que, ¿puede usted vivir su vida diaria sin comparación? Hágalo una vez y descubrirá lo que eso implica. Entonces usted se desprende de una enorme carga; y cuando descarga un peso innecesario, tiene energía.

¿Le ha puesto alguna vez atención a algo de manera total? ¿Le está usted prestando atención a lo que dice el que habla? ¿O escucha con una mente comparativa que adquirido cierto conocimiento y está cotejando lo que se dice con lo que ya sabe? ¿Está interpretando lo que se dice según su propio conocimiento, tendencia o prejuicio? Eso no es atención, ¿verdad? Si presta completa atención con su cuerpo, sus nervios, sus ojos, sus oídos, su mente, con todo su ser, no hay centro desde el que esté atendiendo, solo hay atención. Esa atención es silencio completo.

Por favor, escuche esto. Desgraciadamente, nadie le va a decir todas estas cosas, así que, por favor, póngale atención a lo que se dice, de manera que el acto mismo de escuchar sea un milagro de atención. En esa atención no hay límites, no hay fronteras y, por consiguiente, no hay dirección. Solo hay atención, y, cuando la hay, no existe ni el "usted" ni el "yo", no hay dualidad, no hay observador y observado. Y esto no es posible cuando la mente se mueve en una dirección determinada.

Se nos educa y condiciona para que nos movamos siguiendo direcciones, de aquí hacia allá. Tenemos una idea, una creencia, un concepto o fórmula de que existe una realidad, una dicha, de que hay algo más allá del pensamiento, y fijamos eso como una meta, un ideal, un rumbo, y nos encaminamos en ese sentido. Cuando usted camina dirección, no hay espacio. Cuando se concentra, se dirige o piensa en determinada dirección, no tiene espacio en la mente. No tiene espacio cuando su mente está atestada de apegos, de temores, de la búsqueda de placeres, del deseo de poder y posición. Cuando la mente está atiborrada, no dispone de ningún espacio. El espacio es necesario, y cuando hay atención no hay dirección, sino espacio.

Ahora bien, la meditación implica que no hay movimiento alguno. Eso significa que la mente está completamente quieta, que no se mueve en ningún sentido. No hay ningún movimiento, el cual es tiempo y pensamiento. Si ve, no la descripción verbal, sino la verdad de esto, la cual no puede ser descrita, entonces existe esa mente callada y quieta . Y es necesario tener una mente callada, pero no con el objeto de dormir por más tiempo, de hacer mejor su trabajo o de conseguir más dinero.

Las vidas de la mayoría de las personas son pobres y vacías. Aunque puedan poseer muchísimo conocimiento, sus vidas son míseras, contradictorias, infelices, faltas de integridad. Todo eso es la pobreza, y esas personas desperdician sus vidas tratando de hacerse interiormente ricas, cultivando varias clases de virtudes y todo el resto de ese absurdo desatino. No es que no sea necesaria, pero la virtud es orden, y usted solo podrá comprender el orden cuando haya investigado el desorden dentro de sí mismo. Llevamos vidas desordenadas; ese es un hecho. El desorden es la contradicción, la confusión, los diversos deseos agresivos, el decir una cosa y hacer otra, el tener ideales, y la división entre los ideales y uno mismo. Todo eso es desorden, y cuando se da cuenta de él y le presta toda su atención, de esta surge el orden, el cual es virtud, algo vivo, no algo fabricado, practicado y afeado.

La meditación es la transformación de la mente, uan revolución psicológica, de tal manera que, no en teoría o como ideal, sino en cada mivimiento de nuestra vida diaria, haya compasión, amor y la energía que trasciende toda la mezquindad, cerrazón y superficialidad. Cuando la mente está verdaderamente callada, no acallada mediante el deseo y la voluntad , entonces existe una clase de movimiento totalmente distinto que no pertenece al tiempo.

Como usted comprederá, sería absurdo adentrarnos en eso. Sería una descripción verbal y, por lo tanto, irreal. Lo importante es el arte de la meditación. Una acepción de la palabra "arte" es ponerlo todo, en nuestra vida diaria, en un sitio, de manera que no haya confusión. Y cuando en nuestra vida de cada día haya orden, recta conducta y una mente que esté completamente callada, entonces la mente descubrirá por sí misma si lo inconmensurable existe o no. Hasta que usted descubra eso que es la más alta forma de santidad, la vida será anodina y carente de sentido. y esa es la razón por la que la recta meditación es absolutamente necesaria, de forma que la mente se vuelve joven, fresca e inocente. Inocente significa incapaz de ser herida. Todo eso está implícito en la meditación no desvinculada de nuestra vida diaria. La meditación es necesaria en la misma compresión de nuestro vivir cotidiano. O sea, atender por completo, cuandi habla con alguien, a su forma de andar y de pensar, a lo que piensa; prestale atención a eso forma parate de la meditación.

La meditación no es una evasión. No es algo misterioso. de la meditación se desprendeuna vida que es santa, sagrada. Y, por consiguiente, usted trata todas las cosas como sagradas.

Liberación Interior a través de la Autoindagación (L.I.A.)

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¿QUÉ ES AUTOINDAGACIÓN?

Preguntarse (cuestionarse).
No responderse.
Indagar (sentir, atenderse sin nombrar).
Dejar que el Sentir sin distorsión (sin la inducción sugestiva del pensamiento) traiga la respuesta.

Así de simple.

Esa respuesta es la "voz" de lo que es verdad en uno, de la verdad en uno y para uno; de lo que es real.

La vida manifestándose, haciéndose sentir en uno sin la "guía" del pensamiento es el movimiento de la verdad en uno.

"Vivenciarás la verdad, y la verdad te liberará de toda la falsedad auto-asumida y auto-impuesta".

Libre de toda presión interior, de toda c o n d i c i ó n , hay claridad.
Libre de toda confusión, se está libre de conflicto.
Libre de conflicto se está en Comunión con la Vida, se está libre de sufrimiento.

La vida es entonces el fluir natural de la gracia.

Libre de sensación de carencia, de temor, del pasado y del tener que llegar a ser-lograr-tener, de la agitación, la culpa, la angustia, la ansiedad, la inseguridad, la necesidad de aprobación, la desconfianza, la vergûenza, el odio, los celos o cualquier otra forma de negatividad y resistencia interior.

Libre de tensión, de malestar, de sufrimiento.




¿QUÉ SON LAS HERRAMIENTAS DE LIBERACIÓN?

Formas de cuestionarse que hacen evidente a los ojos del indagador realmente interesado en la verdad, la autenticidad o no-autenticidad del pensamiento-sentimiento cuestionado.
No son recetas de como ser o hacer; es usted descubriendo para y por usted lo que es verdad para-y-en usted mismo.

Así, su mente se ve libre del engaño de asumir e imponerse como propio un sentimiento, pensamiento o idea que no es la verdad de como uno siente.

Y ése es el fin del conflicto; el fin de una vida de conflictos.


Y el comienzo de una vida que es integridad, completitud, y gozo de vivir..., de descubrir..., de ser...




¿Y LUEGO QUÉ?


Luego, la vida, libre de condicionamientos autoimpuestos, fluyendo, manifestándose de manera única, siendo "usted", sin falsas limitaciones auto-asumidas como verdaderas.

La Vida Una que todos somos, manifestándose única en cada quien, siendo única en usted.

Unica, sin comparación, como nadie nunca antes fue ni podrá ser, sólo usted.

Este es el verdadero FLORECER.

Esto es la LIBERACIÓN INTERIOR a través de la AUTOINDAGACIÓN .

La puerta abierta a la verdadera libertad.



Richard Mesones.

Perdonar-se.-

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Perdonar es morir internamente para el sufrimiento.


Es soltar, sin regateos, el fardo inútil del pasado que ya no es, pero que adentro nuestro nunca supimos "resolver".


Es dejar los cadáveres del ayer descansar en la paz de un corazón que nada les reclama, para que lo mejor de ellos, que es también lo mejor nuestro, libre del peso absurdo de tener que mantener vivo en uno el recuerdo de la herida, pueda florecer en la alegría y la liviandad de un espítitu que se hace nuevo cada día.


Y que los muertos entierren a sus muertos; pues cargar con muertos no deja vivir ni revive a los que ya se fueron.


Perdonar es morir para el rencor, para el ansia de revancha que nos corroe las entrañas.


Es soltar el recuerdo, la pintura mental de la herida con que una vez la verdad nos despertó, y que nosotros nos hemos encargado de re-crear día trás día.


Una vez, un ser herido de desamor e inconsciencia nos tiró el golpe, y nosotros, apegados a otra espectativa lo recibimos, entre incrédulos y abrumados por la sorpresa de constatar aún sin saberlo, que ni papá ni mamá eran gigantes, ni así tampoco los fabulosos adultos "grandes" lo eran.


De ahí en más, golpe más o golpe menos, "decidimos" dar la espalda a nuestra vulnerabilidad, y en su lugar, la memoria de la herida y la anticipación mental de su regreso han sido la temática por excelencia de nuestra mente.


Y eso es la herida, el recordar la herida y re-crearla constantemente para que "no me vaya a pasar otra vez algo que me haga sentir de nuevo así".
¿Así cómo?
Así mismo como el recuerdo contante y la fantasía del "daño por venir" me lo hacen sentir en este momento, así como en cada momento en que pienso en ello.


La retorcida oración de un cerebro así, es más o menos algo como: "aýudame señor a ser herido mil veces, cien mil veces anticipadamente, para no sufrir "otra vez" inesperadamente."


Esa es nuestra "esperanza".


Y el precio que pagamos por no estar dispuestos a olvidar, a soltar, a perdonar.


El precio por nuestra "seguridad" psicológica.


Que por supuesto no existe más que en nuestra fantasía, pués la vida trae placer y dolor por igual, y esto jamás va a cambiar.


O sea que como estrategia "preventiva", el recordar y cargar con el sentimiento de la herida, es totalmente ineficaz.


Y como contrapartida, nos "asegura" que, además de mantenernos vulnerables a cualquier otra cosa que traiga la vida, vamos a sufrir permanentemente por el recuerdo, por esa imágen que la mente no suelta, y con la cual nos laceramos una y mil y cien mil veces más de lo que la realidad lo hizo.


Responabilizamos por ello a la vida, a dios, al estado, al mundo, al destino, a los astros, a la madre que nos parió, a adán y a eva, a la capa de ozono, al perro del vecino y a lo que sea que se nos cruce por enfrente.


¿Pero quién es el responsable de seguir en su mente haciéndose una y otra vez aquello que ya pasó, que en la realidad ya no es más ni lo será?


¿Quién?


Exácto; uno mismo.


La palabra evoca la imágen, y este contiene-recrea el sentimiento de dolor interior que-es-la-herida.


Recordar es pensar sobre lo que ya no es.


Y la vida jamás se repite.


Sólo la memoria lo hace.


No soltamos el sentimiento de haber sido heridos injustamente, para tener en nuestra fantasía, el "derecho" a sentir odio, tristeza, y sed de destrucción. A sentirnos perpetuamente resentidos.
Sin exagerar.


Y porque además hemos sido educados para "no olvidar"; para cargar en la memoria el recuerdo de la afrenta o el insulto, de la mañana a la noche, y de esta al día siguiente, a la semana siguiente, al resto de la vida, y a las generaciones venideras de no poder nosotros "resolverlo" antes.


A cada generación que aparece sobre esta tierra, nos encargamos de cargarlos inevitablemente con el fardo de lo que nosotros no hemos podido soltar.


Incluso llegamos a hacer de eso nuestra identidad, como personas y como naciones.


Se suma a ello la lástima por uno mismo, que provoca ese sentimiento "tan dulce", tan de "desprotegido", que el sentirse la eterna víctima, "el que todos apalean sin que él les haga nada" se transforma más que en identidad, en un imperativo.


A estas alturas creo que ya es obvio...

"LA CRUZ QUE QUISIERAS ECHAR SOBRE LOS OTROS, LA CARGARÁS TÚ MISMO, INDEFECTIBLEMENTE."


"No olvido la tristeza y el dolor que me provocaste, para poder enrostrártelo cada vez que me veas."

"Me concentro en lo que me dolió para que no me vaya a invadir la primavera, y me olvide así de reclamártelo."

"Me visto con los desamores y sinsabores, con toda la amargura de que soy capaz, para que tú no te sientas con derecho a ser feliz en mi presencia ni donde quiera que yo pueda pensarte."


Es seguir "viviendo" permanentemente en un pasado que ya no es, negándose a vivir un presente que no se deja nunca florecer.


Por ello, perdonar es perdonarse, y reconocerse vulnerable, inmensa y dichosamente vulnerable, para sentir, para vivir, para amar y volver a sonreir.


Es darse nuevamente el derecho a sentir sin tener que anticipar ni "guiarse" por la experiencia condicionente del pasado.


Es decir ya basta de prolongar ad infinitum este dolor inútilmente, como el obligado luto de nuestras viudas a perpetuidad, consagrado en nuestra cultura, que equipara sufrimiento con elevación espiritual y negación de la vida con complacencia de dios.


Perdonar es animarse a decirse lo que hay que decirse, claro y en voz alta, y llorar todas las lágrimas que un día no se lloraron, sin poner ya más excusas ni justificaciones, sin más razones ni reclamos, sin tratar de "entender" o de hacerse fuerte; más es también dejar de negarle su lugar en nuestra alma a la alegría, al real contento, ese que emana de la vida misma en nosotros, sin motivo, por el sólo hecho de estar vivos.


Es dejarse amar por el presente, amando lo que somos gracias a lo que fuimos.


Y es reconocer desde la nada que todos somos, que somos apenas seres humanos, ciegos, heridos, y asustados, tirando manotazos a las tinieblas, sin siquiera darnos cuenta de a quien lastimamos cuando contra otros nos golpeamos.


No son los actos de los demás los que nos hieren.


Son en realidad nuestros pensamientos sobre estos mismos actos.


La idea de que lo que fue no debía haber sido.

Y la de que fue, no por inconciencia de sus actores, sino por la "mala intención" de los victimarios.


Esas son las dos patas sobre las cuales se sostiene el eterno condenado de "lo imperdonable".



Perdonar es animarse a ver, a ver la humanidad del otro como veo la mía, y darse cuenta que no puedo pretender que alguien fuera conmigo en un momento dado, algo distinto de lo que su darse-cuenta en ese momento le permitía.


Y que yo tampoco podía ser distinto de como fui, no por "mala voluntad" sin por no haber visto el daño que hacía y que me hacía.



Perdonar es entonces, por fin bajar los brazos, para abrazarse sin demoras ni disimulos, dejando caer el insoportablemnte pesado fardo de los ayeres con los cuales la mente "protege" al corazón contra la vida.


Y es dicirle al otro, ya no "otro" sino igual, que yo también me equivoqué, y que lamento no haberlo visto antes, pero que no fue mala voluntad ni falta de amor, sino ceguera interior, no ver, no darme cuenta.

Y así volverlo nuestro prójimo, dejando que nuestro corazón recupere del mundo ese sagrado espacio que es el corazón del otro.


Y es recordar que un día, tal vez no tan lejano, nuestros pies y los suyos y los de todos los que hoy somos, dejarán de pisar por estas calles que hoy tan distraídamente transitamos, y entonces todas esas grandes afrentas que nunca perdonamos, cinco minutos antes de la hora de partida, no serán más que lo que siempre fueron, patéticas excusas insignificantes con las que neciamente nos impedimos amarnos sin condiciones ni demoras, sin postergarnos por postergar el florecer del corazón para después de que "la deuda" se nos hubiese pago.


Sólo quien es capaz de perdonar es capaz de perdonarse.


Y sólo quien es capaz de perdonarse es capaz de renovarse.


De recordar con el corazón, que en realidad, la inocencia nunca la perdimos, que el corazón es hoy capaz de amar igual que el primer día, como lo fuimos de niños.


Y que la vida es un presente, y que es demasiado hermosa y demasiado corta coma para desperdiciarla no amando.





Te deseo con todo mi SER: que te perdones a ti mismo/a por lo que sea que hayas hecho o dejado de hacer.


De la Vida no te preocupes, Ella nunca te juzgó, ni a ti ni a nadie; jamás te condenó por tu enfermedad, por tu no darte cuenta, y no tiene por tanto, nada que perdonarte.


Nada más temas, y por sobre todas las cosas, no temas en ser el primero en amar, y amar, y amar...



Con el afecto de siempre, para todos, TODOS...

Y mil gracias para Carlos, donde quiera que te encuentres!



Richard Mesones.

El poema éres tú - Deepak Chopra -

Escucha la sabiduría de tu cuerpo, que se expresa por señales de comodidad e incomodidad.
Cuando elijas cierta conducta, pregunta a tu cuerpo que siente al respecto. Si tu cuerpo envía una señal de inquietud física o emocional, ten cuidado. Si tu cuerpo envía una señal de comodidad y anhelo, procede.

Vive en el presente, que es el único momento que tienes. Mantén tu atención en lo que existe aquí y ahora; busca la plenitud en todo momento.
Acepta lo que viene a ti, total y completamente para que puedas apreciarlo y aprender de ello; luego déjalo pasar.

El presente es como debe ser.

Refleja infinitas leyes de la Naturaleza, que te han traído hasta este pensamiento exacto, esta reacción física precisa.

Este momento es como es, porque el Universo es como es.

No luches contra el infinito esquema de las cosas; por el contrario, sé uno con él.

Dedica tiempo al silencio, a meditar, a acallar el diálogo interior. atención a tu vida interior para que puedas guiarte por tu intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que conviene o no te conviene.

Renuncia a tu necesidad de aprobación externa. Sólo tú eres el juez de tu valer; tu meta es descubrir el infinito valor de ti mismo, sin dar importancia a lo que piensen los demás. Al comprender esto se logra una gran libertad.

Cuando te descubras reaccionando con enojo u oposición ante cualquier persona o circunstancia, recuerda que sólo estás luchando contigo mismo. Presentar resistencia, es la reacción de las defensas creadas por viejos sufrimientos.
Cuando renuncies a ese enojo te curarás y cooperarás con el flujo del universo.

Recuerda que el mundo de allí fuera, refleja tu realidad de aquí dentro.

Las personas ante las cuales tu reacción es más fuerte, sea de amor u odio, son proyecciones de tu mundo interior. Lo que más odias, es lo que más niegas en ti mismo. Lo que más amas, es lo que más deseas dentro de ti.
Usa el espejo de las relaciones para guiar tu evolución.

El objetivo es un total conocimiento de uno mismo.
Cuando lo consigas, lo que más desees estará automáticamente allí; lo que más te disgusta desaparecerá.

Al juzgar, impones el bien y el mal, a situaciones que simplemente son. Todo se puede entender y perdonar, pero cuando juzgas te apartas de la comprensión y anulas el proceso de aprender a amar. Al juzgar a otros reflejas tu falta de auto-aceptación.

Recuerda que cada persona a la que perdones aumenta tu amor a ti mismo.

No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea por la comida, la bebida o por emociones tóxicas.
Tu cuerpo no es sólo un sistema de mantenimiento de la vida. Es el vehículo que te llevará en el viaje de tu evolución. La salud de cada célula, contribuye directamente a tu estado de bienestar, porque cada célula es un punto de conciencia, dentro del campo de la conciencia que eres tú.



En momentos de silencio, cobra conciencia de que estás recontactándote con tu fuente de conciencia pura.

Presta atención a tu vida interior para que puedas guiarte por tu intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que conviene o no te conviene.

Reemplaza la conducta que motiva el miedo por la conducta que motiva el amor.
Al recordar lo que nos hizo sufrir antes, dedicamos nuestras energías a asegurarnos de que el antiguo sufrimiento no se repita. Pero tratar de imponer el pasado al presente, jamás acabará con la amenaza del sufrimiento.

Eso sólo ocurre, cuando encuentras la seguridad de tu propio ser, que es el amor.

Motivado por la verdad interior, puedes enfrentarte a cualquier amenaza, porque tu fuerza interior es invulnerable al miedo.

Comprende que el mundo físico, es sólo el espejo de una Inteligencia más profunda.
La Inteligencia, es la organizadora invisible de toda la materia y toda la energía; como una parte de esta Inteligencia reside en ti, participas del poder organizador del Cosmos.

Como estás inseparablemente vinculado con el Todo, no puedes permitirte el contaminar el aire y el agua del planeta.

Pero en un plano más profundo, no puedes permitirte el vivir con una mente tóxica, porque cada pensamiento, crea una impresión en el campo total de la Inteligencia.

Vivir en equilibrio y pureza es el más elevado bien para ti y para la Tierra.”

Deepak Chopra

Sobre la autoindagación - Krishnamurti -

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L.I.A. - Liberación Interior a través de la Autoindagación -

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¿QUÉ ES AUTOINDAGACIÓN?

Preguntarse (cuestionarse).
No responderse.
Indagar (sentir, atenderse sin nombrar).
Dejar que el Sentir sin distorsión (sin la inducción sugestiva del pensamiento) traiga la respuesta.

Así de simple.

Esa respuesta es la "voz" de lo que es verdad en uno, de la verdad en uno y para uno; de lo que es real.

La vida manifestándose, haciéndose sentir en uno sin la "guía" del pensamiento es el movimiento de la verdad en uno.

"Vivenciarás la verdad, y la verdad te liberará de toda la falsedad auto-asumida y auto-impuesta".

Libre de toda presión interior, de toda c o n d i c i ó n , hay claridad.
Libre de toda confusión, se está libre de conflicto.
Libre de conflicto se está en Comunión con la Vida, se está libre de sufrimiento.

La vida es entonces el fluir natural de la gracia.

Libre de sensación de carencia, de temor, del pasado y del tener que llegar a ser-lograr-tener, de la agitación, la culpa, la angustia, la ansiedad, la inseguridad, la necesidad de aprobación, la desconfianza, la vergûenza, el odio, los celos o cualquier otra forma de negatividad y resistencia interior.

Libre de tensión, de malestar, de sufrimiento.




¿QUÉ SON LAS HERRAMIENTAS DE LIBERACIÓN?

Formas de cuestionarse que hacen evidente a los ojos del indagador realmente interesado en la verdad, la autenticidad o no-autenticidad del pensamiento-sentimiento cuestionado.
No son recetas de como ser o hacer; es usted descubriendo para y por usted lo que es verdad para-y-en usted mismo.

Así, su mente se ve libre del engaño de asumir e imponerse como propio un sentimiento, pensamiento o idea que no es la verdad de como uno siente.

Y ése es el fin del conflicto; el fin de una vida de conflictos.


Y el comienzo de una vida que es integridad, completitud, y gozo de vivir..., de descubrir..., de ser...




¿Y LUEGO QUÉ?


Luego, la vida, libre de condicionamientos autoimpuestos, fluyendo, manifestándose de manera única, siendo "usted", sin falsas limitaciones auto-asumidas como verdaderas.

La Vida Una que todos somos, manifestándose única en cada quien, siendo única en usted.

Unica, sin comparación, como nadie nunca antes fue ni podrá ser, sólo usted.

Este es el verdadero FLORECER.

Esto es la LIBERACIÓN INTERIOR a través de la AUTOINDAGACIÓN .

La puerta abierta a la verdadera libertad.




Richard Mesones.

Sin el "por qué" -

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Sin por qué no hay más separación.

Sin por qué no hay más distancia, ni interpretación, ni distorsión.

Sin por qué no hay ni distancia, ni separación, ni resistencia, ni conflicto ni dualidad.

No hay más fragmentación ni confusión en la mente.

Hay visión de lo que es por lo que es, tal cual y como es. Sin "debería" ni dualidad, ni nada que elegir imponerse o imponer.


Y en ello cesa lo que es.

Entonces la mente ha ido "más allá" de lo que es, ya no está atrapada en el eterno conflicto en relación a lo que es y la constante comparación con la ilusoria dualidad de "lo que debería ser".

Esa mente es libre.

Y en la proposición "lo que es", ella es el ES en el cual "lo que" sucede sin afectarla.

Somos el ES, siendo, auténtica, originalmente, sin ningún "por qué", ni argumento, ni justificación.

Dándonos cuenta...

Siendo, sin una "historia", sin barullo, que nos distraiga de la vida siendo a cada instante...


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Este atemporal inmodificable...

No hay nada que ganar, o que perder.

Nunca ha habido el menor cambio.

Lo único que cambia es la forma en que uno es visto,
según la forma en que uno es pensado.

La forma en que uno se ve, según uno se piensa.


O sea, la conciencia que es la vida absoluta manifestándose como "yo", "tú"
, "él", etc, siendo conciente de si misma, jamás modifica su naturaleza esencial.
Lo único que va cambiando es la forma en que esa conciencia se ve, la forma en que "yo" me veo.


Pero siempre he sido yo mismo.

Siempre soy yo mismo.

Y siempre seré yo; pensado así, o asá,
hasta que me de cuenta de la futilidad, del engaño, del error, de la mentira, de la falsedad, de lo condicionante de pensarme.

"Yo" es el nombre con que la conciencia se nombra en cada uno al tomar conciencia de si misma en cada uno.


Pensarme, creerme, asumirme de un determinado modo, me hace sentirme-verme como si realmente fuera así, sin percatarme que es tan sólo un estado artificial de "ser" creado por el pensamiento.


Yo que estoy "dormido", yo que soy un "iluminado", yo que "no soy suficientemente bueno", yo que soy un "buscador espiritual", yo que soy "...", etc,etc,etc...


Vaya juego de idiotas!


Es más, basta con ver ya mismo que ese "otro" ("yo pensándome así o pensándome asá") no es una realidad, que soy simplemente yo pensandome "otro"...


En ese momento se torna evidente que tan sólo soy yo, que siempre he sido yo, que siempre seré yo..., simplemente yo..., llanamente yo..., naturalmente yo..., sin ninguna cualidad adosada ni ningún tipo de aditamento.

Toda búsqueda, ya sea buscar alcanzar, como buscar evitar, es siempre yo pensando "x", como un burro alucinando con una zanahoria que no existe en ningún otro lugar más que en su pensamiento.

Así, la creencia en la supuesta realidad de "lo buscado" crea en uno es estado de carencia que me hace sentirme un "buscador"; alguien que "debe" buscar, que "necesita" tal o cual cosa para poder sentirse pleno, para poder ser líbremente y sin restricciones, él mismo.

Lo buscado crea al buscador.

Mis miedos soy yo pensandome "amenazado", "en peligro", etc.

Mis deseos y esperanzas, mi búsqueda, soy yo pensando "placer", "realización", "iluminación", "liberación", "dios", "salvación", etc.

Mi "identidad" en esta vida, soy yo pensándome..., asumiéndome, y por tanto sintiéndome así!


Sólo cuando la falta de realidad del objeto buscado es puesta de manifiesto, entonces el "buscador" desaparece junto con ella, y junto con él, todo el desvelo, la sensación de incompletitud y todo lo que perturbaba la paz que allí siempre hubo.


Así, puestos en evidencia a la luz de la atención el mecanismo de "creación" de la aparente dualidad y su carencia absoluta de realidad, muere entonces espontánemente el entusiasmo por "el/lo otro" junto con toda la perturbación interior que este "objeto" de nuestros deseos, esperanzas o temores alentaba; y aunque los pensamientos permanezcan, ya no son tomados por una realidad, ya no opacan más este sentido de ser, único, vasto, silente, indiviso, este uno mismo,conciencia simple de ser eso que es, llamada "yo".



Este atemporal inmodificable nombrado "yo" que uno es...






Richard Mesones.

Ecos de un paraíso que una vez todos caminamos...

TU TIENES EL RELOJ, YO TENGO EL TIEMPO...
Entrevista realizada por VÍCTOR M. AMELA a MOUSSA AG ASSARID.






No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles...!

Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de
Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi
padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy
soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo.

- ¡Qué turbante tan hermoso...!

- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto
cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su
través.

- Es de un azul bellísimo...

- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela
destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados...

- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?

- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos
naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.

- ¿Por qué?

- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.

- ¿Quiénes son los tuareg?

- Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada
del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman.
Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.

- ¿Cuántos son?

- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población
decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que
existía!", denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este
pueblo.

- ¿A qué se dedican?

- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en
un reino de infinito y de silencio...

- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?

- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio
corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.

- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor
nitidez?

- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos
dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba...
Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre... Y yo. ¡No había otra
cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!

- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..

- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo
que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar,
aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas... Y a dejarte
llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.

- Saber eso es valioso, sin duda...

- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una
tiene enorme valor!

- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?

- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso.
¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar
juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!

- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?

- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se
corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...

- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...

- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa
falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel
Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua... y sentí ganas
de llorar.

- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?

- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando
veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un
dolor tan inmenso...

- ¿Tanto como eso?

- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los
animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, y mi madre
murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a
contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.

- ¿Qué pasó con su familia?

- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día
yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama
para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa...
Entendí: mi madre estaba ayudándome...

- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?

- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally
París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo
recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El
Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...

- Y lo logró.

- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.

- ¡Un tuareg en la universidad. ..!

- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de
leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí
las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es
distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.

- Sí... ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?

- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan
la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia
de poseer, frenesí, prisa... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por
qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!

- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.

- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y
el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al
campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo,
amarillo, verde...

- Fascinante, desde luego...

- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té.
Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a
todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...

- Qué paz...

- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.

Yo no sé - Pedro Rodea (Ativarnashrami) -

Yo no sé cómo hago que yo escucho


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Yo no sé cómo hago que yo escucho…˜ yo no sé cómo hago que yo veo…˜ yo no sé cómo hago que se siente que yo soy…˜ yo no sé cómo hago que yo sé que esta sensación de que yo soy no se sentía…˜ Cuando estoy en mi sueño profundo…˜ yo no sé cómo hago que yo no escucho…˜ cuando estoy en mi sueño profundo…˜ yo no sé cómo hago que yo no veo…˜ cuando estoy en mi sueño profundo…˜ yo no sé cómo hago que no se siente esta sensación de que yo soy…˜ ¿Cuál es este enigma profundo de mí mismo?…˜ ¿cómo es que yo sé que yo no sé?…˜ ¿Cómo hago yo que mi sueño profundo sobreviene?…˜ ¿cómo hago yo que en mi sueño profundo no se siente esta sensación de que yo soy?…˜ ¿Cuán terrible es este estado en que esta sensación de que yo soy no se siente?…˜

Yo no sé cómo hago…˜ Recedamos a yo no sé cómo hago…˜ sumerjámonos en yo no sé cómo hago…˜ aneguémonos en yo no sé cómo hago…˜ Yo no sé no tiene límites…˜ yo no sé no puede describirse…˜ yo no sé no comienza…˜ yo no sé no acaba…˜

La escucha y la visión y la sensación de que yo soy…˜ han aparecido en mí…˜ Yo no sé cómo hago que esta escucha y esta visión y esta sensación de que yo soy han aparecido en mí…˜ Yo no las he hecho…˜ yo no las estoy haciendo ahora…˜ Ellas no eran conmigo…˜ yo lo sé…˜ Ellas no son conmigo cuando sobreviene mi sueño profundo…˜ Mi yo no sé es absoluto…˜ Mi yo sé que yo no sé es mi tesoro…˜ y mi reposo…˜ y mi paz…˜

Si me sumerjo en yo no sé…˜ me encuentro singularmente expandido…˜ Yo no alcanzo a ver el comienzo de mi yo no sé…˜ Yo no sé es eterno…˜ es indestructible…˜ sin olvido…˜ sin recuerdo…˜ sin emociones…˜ sin comprensiones…˜ una integralidad idéntica a sí misma siempre…˜

Yo era integralmente yo no sé…˜ Esto lo sé…˜ esto lo veo…˜ ahora…˜ Es lo más amado porque es lo más mí mismo…˜ Yo jamás he buscado escuchar ni presenciar ni que se sienta la sensación de que yo soy…˜ Esto yo lo sé…˜ esto yo lo veo…˜ Por eso yo no sé cómo hago que yo escucho…˜ por eso yo no sé cómo hago que yo veo…˜ por eso yo no sé cómo hago que se siente que yo soy…˜

Yo veo revela que yo no veía…˜ yo escucho revela que yo no escuchaba…˜ se siente que yo soy revela que se siente que yo soy no se sentía…˜

¿A quién se dirigen las proposiciones que me dicen que yo soy este individuo?…˜ Yo sé que este individuo no era conmigo…˜ Mi atención se vuelve únicamente a cuando este individuo no era…˜ Lo que encuentro no es mi ausencia…˜ lo que encuentro es la ausencia de este individuo…˜

Me vuelvo a cuando este individuo no era…˜ y no encuentro mi ausencia…˜ Lo que encuentro es a mí mismo…˜ Yo no sabía es todo lo que sé de mí mismo…˜ Yo no sabía que yo soy…˜ esta sensación de ser no se sentía…˜ Entonces me pregunto…˜ ¿cómo he hecho yo que yo he llegado a saber que yo soy?…˜ ¿cómo he hecho yo que yo he llegado a escuchar?…˜ ¿cómo he hecho yo que yo he llegado a presenciar?…˜ Me hago estas preguntas…˜ y tengo inmediatamente la respuesta…˜ Mi respuesta es yo no sé…˜ ¿Por qué entonces iba yo a forzar una respuesta falsa que me extranjerice a mí mismo de mí mismo?…˜

¿A quién se dirigen las proposiciones de que yo soy este individuo que presencio?…˜



Ativarnashramî

Nada sucede y todo sucede...

¿Qué sucede cuando uno ya no se identifica más con lo que sucede en uno, llámese sentimientos, pensamientos, sensaciones, recuerdos, etc ?

¿Qué sucede cuando ya no hay más apego a una condición exclusiva como referencia de ser, de verdad interior, y por tanto no hay más resistencia al fluir interior?

Pués bien, nada sucede..., y todo sucede...

Nada sucede, porque ni hay sonido de cornetas y violines, ni fuegos artificiales ni absolutamente ninguna sensación de logro o de algo especial.

Y nada sucede, pues, al no estar más identificado con ninguna cualidad específica, entonces se siente que todo sucede en uno, pero que nada le sucede a-uno.

Y por ello mismo, todo sucede...
Todo está "permitido".
Toda emoción, sentimiento, pensamiento, idea, sensación, recuerdo, fantasía o lo que fuere puede surgir en esa espaciosidad interior carente de centro.
Todo surge y se diluye en espontánea danza interior sin control ni dirección.

Externamente, uno llora, ríe, corre, duerme, va, viene, se cae, se levanta, etc.
Igual que cualquiera.

Internamente, no hay nadie aquí a quien las actividades del cuerpo-mente le sucedan.
Ninguna entidad separada del fluir de la vida, con voluntad propia o desiciones que tomar.
Esa es la única diferencia.

No que no me pase lo mismo que a usted, los mismos sentimientos, etc.
Sino que no me suceden a "mi".

El "yo" es tan sólo un manojo de recuerdos y puntos de vista, de hábitos mentales y apegos emocionales.

Un manojo que la brisa de la observación desparrama a los cuatro vientos revelando así su falta de substancia real, su carencia de realidad.

"Luego", simplemente la vida, siendo, sin nadie viviéndola...

Me explico; si usted observa cualquier movimiento interno sin la idea de que "no debería ser así", hallará que en esa no resistencia interior a lo que es, lo que es cesa por si mismo.
No se forman dos fragmentos, "yo" y "eso otro".
Queda el silencio, la espaciosidad del ser en la cual todo sucede, y a la cual nada le sucede.

Es el espacio inviolable, la sacralidad que no puede ser manipulada, alcanzada, perdida o ganada, que no puede ser sobornada con oraciones, rituales, conductas, ofrendas, ejercicios ni plegarias.

Sin un "yo" separado del movimiento de lo que es, en ese sagrado espacio interior, entonces ya no hay nadie aquí.

Hay sólo la vida, siendo, a su propio ritmo en cada manifestación, en "cada ser".

La vida, que ya no busca nada fuera de si ni en ninguna otra dirección.

La misma vida que, espontáneamente se llamará a silencio, a recogerse en si misma para contemplar en si misma el misterio de su propia esencia.

Cuando ya no hay nadie buscando nada, el espacio se "abre", y lo absoluto asoma...




Richard Mesones.

Sin resistencia...

Aquello que usted resiste, le esclaviza.
Aquello que usted libera le libera a usted.

Y la libertad es lo que usted es, el fluir natural de su ser-siendo, de su naturaleza original.

Los sentimientos no vienen en bloques separados o aislables.
Son el fluir de lo emocional, el fluir manifestàndose.
Resistir a uno, es resistir al fluir, insensibilizarse, dividirse, fragmentarse y generar conflicto y sufrimiento en uno.

Sin resistencia, el mismo fluir que trae los sentimientos los hace diluirse en èl.

Todos los estados son, por su misma naturaleza, impermanentes.

Sin resistencia al fluir emocional, las olas se resuelven por sì solas y el mar vuelve a ser-en-paz, vasto, inabarcable, insondable...

Sin resistencia, la verdad de lo que se Es se revela a Sì, a Sì-misma como eso que ES y que no necesita de nada externo, de ninguna condiciòn especìfica o exclusivo-excluyente para ser.

Lo que se Es, permanece inafectado, intocado, eternamente impoluto.

Se descubre asì adentro de uno mismo lo que fútilmente se buscaba fuera.
Lo que se creìa indisolùblemente ligado o asociado a tales o cuales circunstancias o condiciones, se revela ahora como intrìnseco, inherente al propio Ser-incondicionado.

Ya nada hay entonces que deba ser "buscado"...
Nada que sea "necesitado" para poder "ser" plenamente.


Y si nada hay entonces que pueda arrebatarnos este tesoro interior recièn encontrado, ¿què importancia podrìan tener nuestras circunstancias especìficas?




El miedo se ha ido...



Lo que sea que traiga la vida serà bueno...





Lo espero con alegrìa...




Richard Mesones.

Del libro de Sri MOOJI : "Palabras surgidas del Silencio"

ESCRITOS DE MOOJI
De su Libro: “Palabras surgidas del Silencio”

¡Aferráte sólo a la Verdad!


MENTE CORAZÓN

¿QUIEN está leyendo estas palabras?
¿QUÉ las está comprendiendo?

Pregunta: ¿Cuál es mi problema?
Mooji: Te mantienes dentro de la mente.
¿Por qué no en cambio, mantener la mente dentro de tu Ser?
Mejor aún, olvídate de ti y ¡sé!

Todas las corrientes mentales fluyen finalmente hacia el océano único del Ser.

Existen muchos caminos para la mente.

No hay caminos para el corazón pues es infinito y todo lo permea.

Enredados en el juego de la mente perdemos la paz incomparable que se halla en el propio corazón.

Amado, bienvenido al hogar de tu propio Ser.
Descansa en el ser como Ser.
Así, te vuelvas hacia donde te vuelvas, contemplarás dentro la infinita dicha del Ser.

Día a día hazte cada vez más íntimo con la quietud interior, la dicha y el amor, que son la fragancia de tu corazón puro.

Permanece quieto allí.

La mente mediante el concepto del “yo”, ha escondido tu paz, amor, luz y libertad originales y ahora te promete ayudarte a encontrarlos.
¿Quién le ríe la broma?

La mente, mediante el concepto del “yo”, ha escondido tu paz, amor luz y libertad originales y ahora te promete a encontrarlos.
¿Quién le ríe la broma?


RECONOCETE

No te preocupes ni del cuerpo ni de los seres de este mundo.
Reconócete antes que nada como la consciencia imperturbable en la cual todo aparece.
De esta forma verás como todo lo demás se soluciona espontáneamente, todo se cuidará por sí solo.

Antes que nada establécete en la comprensión de quien eres realmente, reconociendo lo que no eres. Tu mundo una proyección de la mente, se volverá cada vez más hermoso, luminoso, ligero y sereno, ya que el mundo no es otra cosa que el reflejo de tu estado interior.
Lo primero que debes saber es que ya eres libre. Este es el poder y la invitación de la indagación: nos revela nuestra libertad inherente como Seres. A partir de ahí, la práctica sólo nos ayuda a apartar la tendencia a dudar de ello...


AQUÍ Y AHORA

Enfoca tu mente en el “soy” que es puro y siempre Ser. Sólo estás aquí y ahora. Contempla el significado de estar completamente aquí y completamente ahora.

Para ello debes abandonarlo todo, permaneciendo tan sólo como conciencia y presencia aquí ahora.

Esto es corazón. Esto es Ser.

Si pudieras mirar a través del ligero velo de la mente, y más allá de éste, al corazón de cada persona, te enamorarías totalmente.


ESO

Si no te identificas, los pensamientos no pueden perturbarte.

Siendo Nadie eres la Verdad misma.

En el teatro de la existencia desempeñas todos los roles: madre, hija, padre, hijo...
Pero, has olvidado algo... ¿quién es el actor?

Por el momento no fijes nada de lo que aquí digo.
No te tatúes mis palabras.

Permanece abierto y quieto, alerta y reconocerás y sentirás el trabajo de la Gracia cómo se despliega tanto dentro como fuera en forma de amor y armonía a tu servicio.

Unicamente a través del saber, de la intuición del “Soy” puede el Absoluto tener el sabor o la experiencia del autoconocimiento, de la existencia, de la multiplicidad.

“Soy” es a la vez la puerta que conduce hacia fuera, a la manifestación y la conduce hacia dentro, a la conciencia infinita.


PAZ

Cuando la mente está clara otra vez, no significa que hayas empezado a vivir la paz, sino más bien que estás viviendo pacíficamente.

Así como el viento no choco contra el espacio, sino que se mueve según su deseo, sin que nada lo detenga, asimismo la mente del sabio fluye a través de su conciencia y presencia que permanece inalterada.

Amor mío, deja del lado todo este infructuoso pensar y ven a reposar aquí, en el silencio del Ser.

Sólo el ahora existe y es lo que eres. Permanece como tal. No puede haber memoria en el ahora. La memoria es el pasado, no ahora. No puede haber una historia del ahora: es nuevo.

No tiene fragancia ni nadie que la perciba. Permanece como el ahora y en él, más allá de cualquier concepto de permanecer.

Eso que aparece dentro de todo, pero que en sí mismo ni aparece ni desaparece; Eso que no puede ni partir ni llegar, pues es infinito e inmutable, reconócelo como tu propio ser natural y sin esfuerzo.

Ese Ser, esa consciencia en la que hasta el silencio se oye antes de que surja la percepción, eso que percibe al que percibe, ese Ser inmutable y sin conceptos... Solo Eso Es


MADUREZ

La madurez es una idea. Si te aferras a ella te sofocará, te mantendrá a la búsqueda de más madurez. No sólo estás listo, estás ¡más que maduro!
A lo que apunto es a lo que ya eres, no aquello en que tendrías que convertirte.

Algunos dicen: “Ver para creer”, pero el auténtico ver hace el creer innecesario. Si eres verdaderamente, ¿qué necesidad hay de creer? Ver es suficiente.

Agradece al Gran Espíritu interior todo lo que se despliega como vida. Todo es un regalo, tanto lo dulce como lo amargo. Todo favorece nuestra madurez: el saber y el discernimiento profundizan a fin de liberarnos de la hipnótica influencia de la mente.
Esto es bendición.

La mente está inquieta con la urgencia de conseguir algo de evolucionar. No es posible convertirse en ser o alcanzarlo, puesto que ya lo eres. Permanece como Ser.

La pregunta ¿quién soy? es la más apremiante, la más poderosa para disipar la ignorancia y la hipnosis de la mente. Estas últimas son las sales que se ponen en la nariz de la Yoidad que ha olvidado su propia naturaleza. Redespierta el Ser a sí mismo.


CONSCIENCIA

Así como el agua se eleva del Océano único, y juega como forma con el nombre de ola para volver a hundirse en la inmensidad del agua; de igual modo los pensamientos surgen del espacio de la consciencia y desaparecen sin dejar trazos en ella.

Como la nube que aparece en el cielo, flota en este espacio vacío y vuelve a desaparecer en su vacuidad; así, los pensamientos aparecen como mente en la extensa vastedad de la consciencia, juegan con ella y desaparecen en ella.
Sin embargo la consciencia permanece inalterada.

Alíneate con la verdad.
Si haces lo correcto para tu propio corazón, nunca errarás; tampoco para los demás.
No lo dudes.

Que despierten rápidamente todos los seres a la Fuente Unica desde donde todo aparece.
Que todos se regocijen sabiendo que somos una familia de seres con un corazón común, un corazón de inimaginable percepción.

Una vez que se ha entrenado la atención a permanecer dentro del corazón, de donde está ha surgido en primer lugar, se irá quedando gradualmente allí con facilidad y dicha siempre crecientes hasta unirse finalmente con la Fuente, en consciencia indivisible que nunca volverá a surgir separadamente.


YOIDAD

Cuando dices “yo” se trata de un cocktail del puro Ser mezclado con el condicionamiento. Pensamiento condicionado... Mente condicionada...
Todos los seres han probado de ese cocktail de puro Ser con Mente. La mente es la parte pensante del Ser, la parte creativa del Ser.

Cuando el Ser no está identificado con la mente. Pese a que ésta está allí, se experimenta a sí mismo como pura paz y puro gozo.

Ramana dice “Cuando Yo desplaza a yo, permanece siendo Yo” y se refiere a esto como la paradoja del verdadero Ser.

El Yo, el yo-Ser, aparta la identificación del yo-me-mi-conmigo, retira la creencia de este yo y se queda con Yo soy.
Yo ya significa Ser; el resto llega debido a la distracción.

Si esta presencia no se conecta ni se identifica con otro concepto, permanece en sí misma. Entonces aparece la paz, el espacio, un júbilo natural, fresco y crujiente, ¡mejor que fresco!
Cuando surge la identificación con el proceso del pensamiento y te implicas en ello, ese implicarse eclipsa el reconocimiento intuitivo del “Yo soy!.


GRACIA

Vivimos la respuesta a nuestras plegarias, pero no estamos conscientes ni agradecidos.
Comienza a confiar en el Universo, confía en ti, pero no de forma personal.
El Universo no re reconoce ni te declara separado de Sí mismo.
Estás dentro de la Gracia y ella está dentro de ti, nunca fuera. ¿Tal vez por eso nunca la encuentras?

Te sientes fuera de la Gracia, dices no sentirla. ¿Por qué? Porque sólo ves tus circunstancias, estás mirándolas con los ojos del cuerpo



MILAGROS

Cuando viajas en tren no necesitas llevar tu equipaje, tus esfuerzos, tus actividades dentro del vagón; no ayudan ni impiden tu viaje.
Nada puede ocurrir del desplegarse cósmico. Pero hemos aceptado la creencia de que es necesario controlar y manejar las cosas a nuestro alrededor.

¿Quién lo hace?

Algunos de vosotros tal vez esperaís un milagro en vuestras vidas. Tenéis esa clase de cuadro en la mente, pero no veis que TODA la vida es un milagro.
¡Si realmente estuviera en tus manos no durarías un solo día.
¿Eres tu quien activa el cuerpo?
¿Eres tu quien hace latir el corazón?
¿Puedes realmente hacer que algo pase incluso en tu cuerpo?

La vida entera es milagrosa pero no lo estás reconociendo.

En cambio, quieres traer lo glorioso a lo mundano simplemente para resolver lo trivial; y es así como pierdes lo Glorioso.

Tenemos corta memoria para el milagro pero larga para lo irreal y lo penoso.

Si sigues perdiéndote seguirás preocupado sintiendo que necesitas ser rescatado buscando protegerte con astucia; por lo tanto no puedes rendirte, refuerzas tu miedo y te aíslas de la armonía cósmica, te vuelves un refugiado... del Infinito.
¿No te parece absurdo?
Simplemente detente y reflexiona.



PRACTICA

Ya no practicaré. A cambio te robaré la mente.

La práctica es excelente para conseguir beneficios: mejorar salud, aumentar la concentración, desarrollar un intelecto más agudo; o aún ganar poderes sobrenaturales. No lo discuto.

Sin embargo una práctica aún recomendada por un sabio, no puede llevarte al Ser, pues ya estás inescapablemente aquí, como Yoidad.

Tan sólo necesitas darte cuenta de lo obvio. Esto es, el sentido “existo”, la más natural y subjetiva de las intuiciones; es lo constante en el incesante cambio.

La mente hace falta para la práctica.

No se requiere práctica para Ser.

Yo soy es quien eres.

Sábelo, acéptalo y se feliz.



ACORRALADOS


Algunas veces necesitamos sentirnos acorralados. Somos tan obstinados y tozudos que debemos ser empujados a algún punto sin opciones para que algo más profundo se abra.
Así entonces cae tu sistema de defensas; y sólo entonces puedes presenciar el milagro de la existencia.

Mientras sigas envuelto en juegos mentales, negarás la evidencia, vivirás una vida estrecha y temerosa, y tampoco aprenderás nada porque te fías del pasado, de tus “truquitos”.

Estás aún ocupado trabajando los apegos de tu organismo cuerpo-mente. Me gustaría que dejaras atrás todo eso. La poda es interminable.

¡¡Arranca de raíz!!

Todos estamos buscando lo mismo, y no podemos dejar de buscar...

Lo Absoluto, la Vida Una, busca saborearse.

Uno se busca a si mismo, busca la plenitud de ser en los objetos externos que representan para nuestra psiquis particular, las cualidades inherentes al ser.

Uno cree que necesita de ese objeto o particular condición para poder sentirse de un determinado modo y que el objeto se lo concederá.

Pero no sucede así.

El noviazgo dura poco.

Y más de lo mismo no va a producir un resultado distinto.

El que busca no encuentra.

Pero el hombre está "destinado" (o des-atinado) a buscarse.

Y sólo tiene dos opciones: o buscarse fuera y perderse en la búsqueda con toda la carga de alienamiento, frustración, agotamiento e infelicidad que esto produce; o custionar las ideas impulsoras de su búsqueda y así encontrarse dentro.

Sólo así hay comunión, paz.

La vida reposa entonces en la conciencia de ser la Vida, sin "saber" lo que la vida es, sin entender nada ni explicar nada.
La luz "retorna" a su orígen; se es y se está en casa.

Sin importar lo que usted crea que busca o desea, la finalidad de la consecución de su deseo es simpre la misma, plenitud de ser, comunión, paz.

Y hasta no hallarla usted no podrá dejar de buscar; no podrá estar en paz, vivir en paz.

El "problema" o la paradoja es que usted buscando ES la falta de paz.

Todo lo que esconde la paz inherente a su propia naturaleza es su constante movimiento de búsqueda y lo que el mismo crea en usted.

Sólo cuando indaga en las ideas impulsoras de su búsqueda y ve su falsedad a la luz de su SENTIR no distorsionado, entonces su búsqueda cesa espontáneamente; y entonces naturalmente, hay PAZ.

Pero la "desición" siempre ha sido, es y será suya:

tener razón o sentirse bien, ¿Que elige usted?




Richard Mesones.
ESCRITOS DE CLAUDIO MARIA DOMINGUEZ

Sobre la gripe.

¿La gripe nace en la mente?
Gente querida del alma. Se viene el miedo, oleadas de miedo, cada día, semana, mes, el objeto de nuestro miedo va variando y ahora los titulares son ocupados por el nuevo virus de la gripe. Claro que hay gripe, claro que es muy contagiosa, claro que algunas personas mueren; pero ¿no habrá algo más detrás del asunto?
No sólo la manipulación política del caso en nuestro país esperando el resultado finalmente adverso de las elecciones. No sólo las multinacionales experimentando con el miedo y generando pestes para fabricar vacunas que en apariencia las combatan, con el tendal de dólares incorporado, hasta la próxima temporada con su correspondiente peste. ¿No será que la naturaleza humana cuando la mente la puede, cuando no hay un despertar espiritual profundo, es pasto fácil de cultivo de laboratorios y gobiernos?
El miedo es tan fácil de manejar y nacemos con miedo, vivimos con miedo y morimos con miedo. Cuidarse sí, ser prudentes, alimentarse bien, cambiar la estructura de nuestra alimentación, elevar las defensas desde el pensamiento y la emoción positiva, desde las endorfinas y el amor por la existencia; pero no comerse gato por liebre.

No vivir pendientes de los agoreros, de los apocalípticos, que necesitan contaminar a la gente con futuros temibles, para reinar dentro de la división. Perfecto, no se actuó a tiempo, y desde cuándo uno iba a pretender que las autoridades lo hicieran?

Está en Uno hacerse reflexivo, dejar de consumir la venta de la basura y hacerse fuerte en su visión interna. Generar una fuente de poder tan firme que no haya virus que se meta en forma destructiva. La comprensión de que somos tanto más que lo que se nos dice que somos, es la línea que separa al dormido del despierto. Quien despierta se hace dueño de su vida diaria, y el miedo es el antítesis del despertar.

El miedo es el ego con que se nos cría y alimenta desde el poder de turno, con el nombre propio que Ustedes le quieran poner, pero no sólo en la Argentina, en cada rincón donde la oscuridad, intenta velar la luz con la que hemos nacido.

Un cuento sufí dice que Iba La Peste camino a Bagdad cuando se encontró con Nasrudin. Él le preguntó ¿A dónde vas? La Peste le contestó: "A Bagdad, a matar a diez mil personas". Después de un tiempo, La Peste volvió a encontrarse con Nasrudín, que muy enojado, le dijo: "Me mentiste. Dijiste que matarías a diez mil personas y mataste a cien mil". Y La Peste respondió: "Yo no mentí, maté diez mil, el resto... se murió de miedo".

Hermanos queridos, la peste primero aparece en la mente y después invade el cuerpo. Sáquensela de raíz.

Millón de abrazos.

Gracias por existir

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¿Qué es peor la gripe a o la ignorancia?

Gente querida, si siempre les decimos gracias por existir, hoy más que nunca queremos reforzar la convicción de que ese que profundiza en su interior y percibe su potencial es quien más rápidamente sana su vida. A esta altura del partido, todos hemos estado en contacto con el virus, ya las autoridades se apuran a abrir paragüas y a aclarar que en un mes todos habremos conocido a alguien infectado. Lo cierto, es que ya estamos en esa etapa, y obviamente, no todos nos hemos enfermado hasta el momento.
¿De qué depende entonces el contagio? No hay que ser muy sutil para entender que el ataque de cualquier virus sólo es frenado por el estado de las defensas del cuerpo y ¿de qué depende ese estado inmunológico elevado? De varios factores, o de uno sólo, la fortaleza o la debilidad física provienen de aquello que ingresa a nuestro cuerpo. La comida que entra literalmente por la boca y también lo que captan nuestros sentidos y alimenta las emociones.

Supongamos que Ustedes están bien nutridos con las proporciones correctas de alimentos que el organismo necesita. Faltaría una extensión de la pregunta: ¿qué leen? ¿qué ven por televisión? ¿qué escuchan por radio o por la calle? ¿con quiénes se encuentran y qué comparten? ¿qué relaciones están teniendo a diario, máxime con los seres con los que comparten varias horas al día?

Grandes médicos en el mundo basan sus estudios en lo emocional como causa principal de la enfermedad. Qué es lo que hace que un virus ataque a uno y no a otro o que apenas mande a la cama a uno y mate al otro. La desnutrición mata, pero también la tensión extrema, la tristeza, la baja estima, la carencia económica y la espiritual se dan la mano e invitan a la pandemia a que haga estragos; si a esto le sumamos la invasión de los medios en un regodeo morboso de los muertos reales y los potenciales, y sí, es un acto heróico mantenerse a salvo.

Pero ustedes amigos del alma, tienen los elementos para lograrlo, no estén con la mente todo el tiempo en el mundo, vayan a su corazón y sepan que son seres divinos, viviendo una experiencia humana, y que la sabiduría es vivir ese aprendizaje con coraje, grandeza, y reafirmando una y otra vez que lo contrario al miedo es el amor.

Quien ama, vive.

Vive en serio.

Así que gracias a estas gripes del miedo, podemos sanar el cuerpo y amar como quizás no lo hemos hecho hasta ahora.

Amarnos y amar al otro.

Todos estamos expuestos cada día a los virus, al de la gripe A y al de la ignorancia, a las pestes de turno y a los negociados del puñado que se juega a las cartas al planeta y sólo recuerden datos como estos. En el mundo, cada año mueren dos millones de personas víctimas de la malaria, que se podría prevenir con un mosquitero.

Y de eso no se habla...

En el mundo, cada año, mueren dos millones de niños y niñas de diarrea, que se podría curar con un suero oral de menos de un dólar.

Y de eso tampoco se habla...

Sarampión, neumonía, enfermedades curables con vacunas baratas, provocan la muerte de diez millones de personas en el mundo cada año.

Y eso tampoco se difunde...

Gente divina, gracias por existir.

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Lista de Claudio María Domínguez
www.claudiomdominguez.com.ar
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