Aquello que usted resiste, le esclaviza.
Aquello que usted libera le libera a usted.
Y la libertad es lo que usted es, el fluir natural de su ser-siendo, de su naturaleza original.
Los sentimientos no vienen en bloques separados o aislables.
Son el fluir de lo emocional, el fluir manifestàndose.
Resistir a uno, es resistir al fluir, insensibilizarse, dividirse, fragmentarse y generar conflicto y sufrimiento en uno.
Sin resistencia, el mismo fluir que trae los sentimientos los hace diluirse en èl.
Todos los estados son, por su misma naturaleza, impermanentes.
Sin resistencia al fluir emocional, las olas se resuelven por sì solas y el mar vuelve a ser-en-paz, vasto, inabarcable, insondable...
Sin resistencia, la verdad de lo que se Es se revela a Sì, a Sì-misma como eso que ES y que no necesita de nada externo, de ninguna condiciòn especìfica o exclusivo-excluyente para ser.
Lo que se Es, permanece inafectado, intocado, eternamente impoluto.
Se descubre asì adentro de uno mismo lo que fútilmente se buscaba fuera.
Lo que se creìa indisolùblemente ligado o asociado a tales o cuales circunstancias o condiciones, se revela ahora como intrìnseco, inherente al propio Ser-incondicionado.
Ya nada hay entonces que deba ser "buscado"...
Nada que sea "necesitado" para poder "ser" plenamente.
Y si nada hay entonces que pueda arrebatarnos este tesoro interior recièn encontrado, ¿què importancia podrìan tener nuestras circunstancias especìficas?
El miedo se ha ido...
Lo que sea que traiga la vida serà bueno...
Lo espero con alegrìa...
Richard Mesones.
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