Krishnamurti y la crisis de la humanidad - 1

Krishnamurti y la crisis de la humanidad - 2

Verdad y Libertad. J. Krishnamurti

JIDDU KRISHNAMURTI

Verdad y libertad
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" La verdad es una tierra sin senderos. El hombre no puede acercarse a ella a través de ninguna organización, de ninguna secta, dogma, sacerdote o ritual, ni a través de algún conocimiento filosófico o técnica psicológica. Tiene que encontrarla a través del espejo de las relaciones, a través de los contenidos de su propia mente, de la observación y no a través del análisis intelectual o la disección introspectiva. El hombre ha construido en sí mismo imágenes como una valla de seguridad–religiosas, políticas, personales. Estas se manifiestan en forma de símbolos, ideas, creencias. La carga de estas imágenes domina el pensamiento del hombre, sus relaciones y su vida diaria. Estas imágenes son la causa de nuestros problemas ya que dividen a los hombres. Su percepción de la vida esta moldeada por conceptos ya establecidos en su mente. El contenido de su consciencia es su entera existencia. Este contenido es común en toda la humanidad. La individualidad es el nombre, la forma, la cultura superficial que él adquiere a través de la tradición y el ambiente. La unicidad del hombre no reside en lo superficial sino en la libertad absoluta del contenido de su consciencia, la cuál es común en todos los seres humanos. Así el no es un individuo.
“La libertad no es una reacción; no es una elección. Es la pretensión del hombre creer que por tener elección es libre. La libertad es pura observación sin dirección, sin miedo al castigo, sin recompensas. La libertad existe sin motivo; la libertad no está al final de la evolución del hombre sino que reside en el primer paso de su existencia. Al observar, uno comienza a descubrir la falta de libertad. La libertad se encuentra en una consciencia no escogida en nuestra existencia y actividad diaria. El pensamiento es tiempo.
"El pensamiento nace de la experiencia y el conocimiento, los cuales son inseparables del tiempo y el pasado. El tiempo es el enemigo psicológico del hombre. Nuestra acción se basa en el conocimiento y por tanto en el tiempo, así el hombre siempre es un esclavo del pasado. El pensamiento es siempre limitado, así que vivimos en constante conflicto y lucha. No hay evolución psicológica.
“Cuando el hombre se vuelva consciente del movimiento de sus propios pensamientos, verá la división entre el pensador y el pensamiento, el observador y lo observado, el experimentador y lo experimentado. Descubrirá que esa división es una ilusión. Sólo entonces hay pura observación en la que no existe sombra del pasado ni el tiempo. Este eterno “insight” trae consigo una profunda y radical mutación en la mente. “La negación total es la esencia de lo positivo. Cuando hay negación de todas esas cosas que el pensamiento ha ocasionado psicológicamente, solo entonces hay amor, que es compasióne e inteligencia.”

Encontrarse...

Encontrarse es encontrarse con ESO que se encuentra a Si-Mismo al uno encontrarse consigo mismo.
ESO mismo que se encuentra consigo mismo al encontrarse con los demàs, pues al encontrarse con los demàs realmente se encuentra a Si-Mismo en los demàs.
De no ser asì no encontrarìa ni con ellos ni consigo mismo ni con nada, pues nada puede ser fuera de ese Si-Mismo ni distinto de Èl.

Es la VIDA viva que se encuentra a si misma en donde y quien sea.
Es la Vida Ùnica, el Si-Mismo, ESO que ES, y que es lo que uno mismo, los demàs y todo ser Es.

ESO que es el mensajero, el mensaje y el destinatario.

Es darse cuenta de ser el que se da cuenta de ser el SER; ESO que ES.


ESO que es, nada se puede decir de ello...
Decir algo es convertirlo en una idea, en un objeto de la mente que la mente perseguirà, un objeto del devenir.
Ello hace a la mente sumergirse enn el mundo del tiempo en pos de ello y uno se ve "convertido" en un "buscador" de si-mismo.
Un "buscador espiritual" (?!).

Saber lo que uno no es es lo ùnico que se puede y "necesita" saber.
Saber que uno no es un objeto del devenir con tales o cuales condiciones o caracterìsticas.

Entonces uno, esa atenciòn, Eso que se da cuenta, queda libre de todo movimiento en direcciòn alguna.
Sòlo asì puede tener lugar la posibilidad de darse cuenta de ser ESO que se da cuenta de ser el SER, de ser ESO que es lo que ES, lo ùnico que ES;
ESO...



Richard Mesones.

Ser e Iluminaciòn

SER E ILUMINACIÓN



Más allá de la miríada de formas de vida que están sujetas al nacimiento y a la muerte existe la Vida Una, eterna y omnipresente. Muchas personas utilizan la palabra Dios para describirla, pero yo suelo llamarla Ser. La palabra Ser no explica nada, pero la palabra Dios tampoco. Ser, no obstante, tiene la ventaja de ser un concepto abierto. No reduce el infinito invisible a una entidad finita. Es imposible formarse una imagen mental del Ser, y nadie puede pretender su posesión exclusiva. Es tu esencia misma; puedes acceder a ella inmediatamente como el sentimiento de tu propia presencia.

Por eso sólo hay un pequeño paso entre la palabra Ser y la experiencia del Ser.

EL SER NO SÓLO ES TRASCENDENTE; TAMBIÉN IMPREGNA PROFUNDAMENTE cada forma, y su esencia es invisible e indestructible. Esto significa que ahora mismo puedes acceder al Ser porque es tu identidad más profunda, tu verdadera naturaleza. Pero no trates de aferrarlo con la mente. No trates de entenderlo.

Sólo puedes conocerlo dejando la mente en silencio. Cuando estás presente, cuando tu atención está plena e intensamente en el ahora, puedes sentir el Ser, pero nunca podrás entenderlo mentalmente.

La iluminación es recuperar la conciencia del Ser y residir en ese estado de «sensación-realización».

La palabra iluminación suscita la idea de un logro sobrehumano, y al ego le gusta que sea así; pero no es más que tu estado natural en el que sientes la unidad con el Ser. Es un estado de conexión con algo inconmensurable e indestructible, con algo que es esencialmente tú, y sin embargo es mucho mayor que tú. Es encontrar tu verdadera naturaleza más allá del nombre y de la forma.

La incapacidad de sentir esta conexión crea la ilusión de que estás separado de ti mismo y del mundo que te rodea. Entonces te percibes, consciente o inconscientemente, como un fragmento aislado. Surge el miedo, y los conflictos internos y externos pasan a ser la norma.

El mayor obstáculo para experimentar la realidad de tu conexión es la identificación con la mente, que hace que el pensamiento se vuelva compulsivo. Ser incapaz de dejar de pensar es una enfermedad terrible, pero no nos damos cuenta de ella porque casi todo el mundo la sufre y se considera algo normal. Este ruido mental incesante te impide encontrar el reino de quietud interior que es inseparable del Ser. También crea un falso yo fabricado por la mente, que lanza una sombra de miedo y sufrimiento.

La identificación con la mente produce una pantalla opaca de conceptos, etiquetas, imágenes, palabras, juicios y definiciones que bloquean toda verdadera relación. Esa pantalla se interpone entre tú y tú mismo, entre tú y tu prójimo, entre tú y la naturaleza, entre tú y Dios; crea la ilusión de separación, la ilusión de que tú y el «otro» estáis totalmente separados. Entonces te olvidas del hecho esencial de que, debajo del nivel de las apariencias físicas y de las formas separadas, eres uno con todo lo que es.

La mente es un instrumento soberbio si se usa correctamente. Sin embargo, si se usa de forma in-apropiada, se vuelve muy destructiva. Para decirlo con más precisión, no se trata tanto de que usas la mente equivocadamente: por lo general no la usas en absoluto, sino que ella te usa a ti. Ésa es la enfermedad. Crees que tú eres tu mente. Ese es el engaño. El instrumento se ha apoderado de ti.

Es como si estuvieras poseído sin saberlo, y crees que la entidad posesora eres tú.

LA LIBERTAD COMIENZA cuando te das cuenta de que no eres la entidad posesora, el pensador. Saberlo te permite examinar la entidad. En el momento en que empiezas a observar al pensador, se activa un nivel de conciencia superior.

Entonces empiezas a darte cuenta de que hay un vasto reino de inteligencia más allá del pensamiento, y de que el pensamiento sólo es una pequeña parte de esa inteligencia. También te das cuenta de que todas las cosas verdaderamente importantes —la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interna— surgen de más allá de la mente.

Empiezas a despertar.

Estractado del libro "El poder del Ahora" de Eckhart Tolle

La muñeca de sal, un cuento budista.

Quería ver el mar a toda costa. Era una muñeca de sal, pero no sabía lo que era el mar.
Un día decidió partir. Era el único modo de poder satisfacer su deseo. Después de un interminable peregrinar a través de territorios áridos y desolados, llegó a la orilla del mar y descubrió una cosa inmensa, fascinadora y misteriosa al mismo tiempo. Era el alba, el sol comenzaba a iluminar el agua encendiendo tímidos reflejos, y la muñeca no llegaba a entender.

Permaneció allí firme, largo tiempo, como clavada fuertemente sobre tierra, con la boca abierta. Ante ella, aquella extensión seductora. Se decidió al fin. Preguntó al mar:

-Dime: ¿quién eres?

-Soy el mar.

- ¿Y qué es el mar?

- Soy yo.

- No llego a entender, pero lo desearía tanto... Explícame lo que puedo hacer.

- Es muy sencillo: tócame.

Entonces la muñeca cobró ánimos. Dio un paso y avanzó hacia el agua.

Después de dudarlo mucho, tocó levemente con el pie aquella masa imponente. Obtuvo una extraña sensación. Y, no obstante, tenía la impresión de que comenzaba a comprender algo.

Cuando retiró la pierna, descubrió que los dedos del pie habían desaparecido. Quedó espantada y protestó:

- ¡Malvado! ¿Qué me has hecho? ¿Dónde han ido a parar mis dedos?

El mar replicó imperturbable:

- ¿Por qué te quejas? Simplemente has ofrecido algo para poder entender. ¿No era eso lo que pedías?

La otra insistía:

- Sí... Es cierto, no pensaba... Pero...

Reflexionó un poco. Luego avanzó decididamente dentro del agua. Esta, progresivamente, la iba envolviendo, le arrancaba algo, dolorosamente. A cada paso la muñeca perdía algún fragmento. Cuanto más avanzaba se sentía disminuida de alguna porción de sí misma, y le dominaba más la sensación de comprender mejor. Pero no conseguía aún saber del todo lo que era el mar.

Otra vez repitió la acostumbrada pregunta:

-¿Qué es el mar?

Una última ola se tragó lo que quedaba de ella. Y precisamente en el mismo instante en que desaparecía, perdida entre las olas que la arrastraban llevándosela no se sabe dónde, la muñeca exclamó:

¡Soy yo!

El mar, una metàfora. Texto de Pedro Rodea

El mar, una metáfora

Mi inmortalidad no es una recompensa por algún mérito…~ Ella es natural … ~ llana --- ~ sin misterio alguno … ~ como lo es la inmortalidad del mar para todo lo que él contiene … ~ El mar es el aposento y presenciador de una indefinidad de procesos … ~ cuyo nacimiento … ~ paso … ~ y muerte … ~ tienen lugar en su seno … ~ Todos ellos son procesos … ~ todos ellos son nacidos y mortales … ~ Ninguno de ellos abandona jamás el mar … ~ El mar sabe todo de ellos … ~ el mar es omnisciente de ellos … ~ Dondequiera que ellos comienzan y acaban el mar está presente … ~ El mar es antes de que ellos sean … ~ el mar es después de que ellos han sido … ~ Todos ellos son nacidos y mortales … ~ el mar es innacido e inmortal … ~

… El mar …~ es el terreno absolutamente inmutable donde todos los procesos tienen lugar … ~ El mar no es desconocedor de los procesos en su seno … ~ El mar no es inerte … ~ el mar no es una nada vacía y muerta … ~

El mar es una ventana todo él … ~ un ojo abierto por dentro de todo él … ~ Con él abierto … ~ el mar sabe todo de todos los procesos en su seno … ~ y a sí mismo como presenciador de ellos … ~

Pero hay en el mar una recordación más profunda … ~ la verdad absoluta de sí mismo como él realmente es … ~ El se recuerda a sí mismo cuando él era y absolutamente nada más era con él… ~ Y aunque él no sabía entonces que él era … ~ sin embargo el ama indescriptiblemente ese estado suyo inconocido ser … ~

... ~ Cuando todos los procesos acaban… ~ dondequiera que ellos acaban … ~ el mar recoge su disolución … ~ sólo el mar queda … ~ absolutamente limpio de procesos … ~ transparente … ~ cristalino … ~ inconocido ser … ~ En él me reconozco tan minuciosamente… ~ tan exactamente … ~ tan verdaderamente mi mismo … ~

… ~ No hay muerte para el mar … ~ ni siquiera hay muerte para los procesos que acaban en el mar … ~ Acabando … ~ ellos devienen sólo mar … ~ Aparentemente ellos eran peces … ~ corrientes … ~ olas … ~ mareas … ~ pero en realidad eran sólo mar … ~

Pedro Rodea

Escrito de Carlos Silva

EL MISTERIO DE LA VIDA.

La vida esta enamorada de la muerte.
La muerte esta enamorada de la vida.
No hay voluntad que pueda separar el abrazo de amor entre la vida y la muerte.

El mundo en el que se sobrevive, su mundo, es el resultado de ese esfuerzo de separar-se, alejar-se e ilusionar-se con lo que no llegarà nunca, lo que esta sucediendo en cada instante: el vivir-morir que es amar.

Cuando no se acepta la unidad indivisible que es el vivir-morir, se cae en manos del placer-dolor y tambièn nace el esfuerzo frustrante por separarlos. La voluntad de separar el placer del dolor, evitar el uno y alcanzar el otro, contiene el germen de toda corrupciòn y sufrimiento.

SIENTA AMOR AMANDO AHORA.
La vida es un ocèano de felicidad y amor.
La felicidad y el amor son el ùnico material que constituye la vida.
El miedo a la felicidad es el autor de todo el mundo de fantasìa dolorosa en que Ud. sobrevive.

¿Puedo yo no poner-me en el lugar de los demàs para saber?
¿Puedo yo dar-me cuenta antes, en vez de odiar-me despuès?
¿Puedo yo no repetir el error de los demàs que es el repetir el error de los demàs que es el repetir el error?

El querer saber es-en-si querer saber anticipadamente, lo que es premeditaciòn. Esta voluntad està en la raìz del nombrar.
El querer saber es intenciòn premeditada de anticipadamente saber, para evitar lo temido que es la felicidad y el amar que es dar-recibir.

Una cosa es sentir miedo. Otra es sintièndolo, entregarse a èl como sinònimo del bien. Otra es sobreponerse al miedo y entregar-se a hacer lo que no hay que hacer.
Una cosa es sentirs-se atemorizado y huir del atemorizador.
Otra es atemorizar. ¿En cuàl de ellos està Ud. ahora?
Cuando asume ser el atemorizador, ¿no se da cuenta de ser el atemorizado?
Cuando se siente atemorizado, ¿no se da cuenta de ser el atemorizador?
Cualquiera sea su respuesta està Ud. perdido. Sòlo le queda el conocerse a si-mismo.

El conocimiento del ser tiene un sòlo camino. Nièguele la atenciòn a los objetos del miedo, del deseo, de la envidia, de los celos, del odio, del egoìsmo y dirija la atenciòn al sujeto de todas estas sensaciones. Cuando lea o escuche no preste atenciòn a lo que oye o lee, pues esto se hace solo, sin esfuerzo. Dirija la atenciòn a las respuestas que da "Hal"-el computer central- en el cuarto de la fantasìa al centro del sistema defensivo.

Si lo hace, comenzarà a ver que los objetos pierden fuerza y el dictador inobservado serà cada vez mas aparente. Cuanto màs cerda de èl, verà que cada vez tiene menos fuerza y cuando lo tenga a su alcance, abràcelo. Es alèrgico al amor y morirà.

Es inaceptable para la contradicciòn egocèntrica el que todo el Universo sea sòlo para èl y para nadie màs. La generosidad de la ignorancia egocèntrica no lo acepta. Lo considera un egoìsmo!

El miedo es el disfraz del deseo. El deseo es el disfraz del miedo. El esfuerzo por separar el miedo del deseo y que el deseo no desee lo temido y que el miedo no tema lo deseado, es tan vano y fùtil como el esfuerzo por separar el dolor del placer.

Escrito de Carlos Silva.

¿QUÈ ES AUTOINDAGACIÒN?

¿Qué es AUTO-INDAGACIÓN ?

La auto-indagación es la forma que tiene el ser humano de activar o estimular su capacidad de discernimiento, su sensibilidad para separar lo falso de lo verdadero, lo adquirido de lo innato, la fantasía de lo real, lo auto-impuesto de lo original.
La auto-indagación crea en uno el espacio para que la inteligencia inherente a nuestro mismo ser pueda identificar claramente qué es lo que está causando el dolor, la tensión, el malestar, el sufrimiento interior.

Todos poseemos en forma innata el sentido de sanidad que nos hace soltar inmediatamente aquello que podemos ver que es la causa de nuestro malestar; lo que poseemos sólo potencialmente es la capacidad para discernir, para darnos cuenta de qué es lo que es necesario soltar.

La capacidad para darse cuenta es la naturaleza misma de todo ser sensible, pero la misma puede inhibirse o atrofiarse si no es ejercida, por vivir uno identificado con el fantasioso mundo de los pensamientos sobre “lo que fue” o “lo que debería ser”; o sea, de espaldas a su propio y verdadero sentir, a su sensibilidad, a lo que uno es por uno mismo, a su percepción directa de la realidad.

La asunción de un pensamiento o creencia como válido para mi, como verdadero en mi, como expresión fidedigna de mi real sentir, como “bueno”, crea en uno un estado de sentimiento que no es propio ni verdadero sino que es el producto de identificarse con ésos pensamientos. Creerse (asumirse) así nos hace sentirnos “así” y actuar en consecuencia.

Pero ningún estado es verdadero en uno si es algo que uno se induce a sentir mediante el aferrarse a opiniones.

Y lo que sea que uno se imponga va a generar tensión, malestar, sufrimiento interior.
Cualquier forma de amoldamiento, coerción o coacción es un atentado a la propia integridad, a la sensibilidad, a nuestra identidad como seres únicos más allá de cualquier rótulo, imágen o definición.

Cualquier referente interno para sentir o ser, cualquier “autoridad interior” erigida mediante el pensamiento es la negación de nuestra libertad innata, de nuestra capacidad de ser nosotros mismos siendo, viviendo una vida desde nuestro sentir, una vida sentida; o sea, la única vida que puede para nosotros tener sentido.

Cuando un ser humano no siente cómo vive, entonces no está viviendo; está meramente repitiendo en cada circunstancia lo que se supone que debería ser, pensar, decir o hacer. Pero eso no puede ser llamado vida.
Es apenas un desgraciado, mecánico y repetitivo transcurrir carente de todo sentido, en la espera agónica de que algún día el organismo viviente termine de decaer.
¿Para qué vivir sin florecer? ¿Para qué vivir sin sentir como uno siente ni ser como uno realmente es ?

¿Para “ser aceptado” y recibir migajas de sensiblera aprobación? Si uno tiene que no sentir como siente ni pensar como piensa ni obrar como siente para que lo acepten y lo aprueben ¿ me están aceptando como soy? ¿aceptan lo que soy?
¿o porque no aceptan lo que soy quieren que sea para ellos algo que no soy? ¿O el problema es que yo no me acepto y apruebo como soy? ¿Me apruebo y acepto sin ponerme ningún tipo de condición para ser?
¿Sin ponerme como condición el tener que gustarle a los demás y ser aprobado por ellos primero?

Solo la Auto-Indagación nos permite ir más allá de los condicionamientos permitiéndonos ver lo falso en nosotros como tal, ayudándonos a despojarnos de lo que no somos, a liberarnos de las ideas sobre nosotros que nos falsean, que no nos dejan sentirnos en comunión con nosotros mismos, con la vida, con el misterio indescifrable que es la VIDA.

Las verdaderas preguntas no tienen respuestas pre-establecidas ni verbales.

Apuntan a la verdad que no es nombrable, que sólo es “sentible”. Sentir sin distorsión alguna cómo uno verdaderamente siente en cada caso es claridad, y es encontrarse a uno mismo siendo como uno es frente a cada cosa, en cada relación y circunstancia, en cada momento del propio vivir. Esto es comunión.

Las herramientas de Auto-Indagación re-direccionan la atención y detienen la mente creando en el propio interior el espacio de claridad para que uno pueda ver por uno mismo su verdadera realidad.


Liberarse de cualquier condicionamiento que coaccione o distorsione mi percepción, mi sensibilidad, mi acción.
De todo lo que uno no es, de toda “guía” para ser o “llegar a ser”.

No que uno se libere; la verdad te libera de todo aquello que no nos es propio y que habíamos asumido como tal.

La verdad de lo que soy me libera de la falsedad de lo que creo ser.

Este es el real sentido de liberación.

Y sólo cuando hay libertad puede lo interior, lo verdadero, lo que uno es, eso que no tiene ni nombre ni contrario, florecer.

Richard Mesones

CONFUSIÒN ES LA ÙNICA ENFERMEDAD

Claridad es poder discernir nìtidamente cual es mi sentir real y cual no lo es.
Ver lo falso como tal para que sòlo lo verdadero quede en mi asumido como tal.
Y poder asì responder desde mi sentir real a la realidad, en comuniòn con lo real, desde lo real.
El fin de la ilusiòn (ignorancia de què es real) es el fin de la pretendida "separaciòn" de lo real y el fin del sufrimiento.
El fin de la confusiòn es claridad, es realidad y comuniòn con, o màs bièn en lo real.
Confusiòn es el nombre de la ùnica enfermedad que sufre y ha sufrido siempre la humanidad.
Ignorancia es el nombre de la bestia.
Confusiòn es el prìncipe (lo que principia o inicia) de todo "mal".
Aparte, jamàs tocado, ESO real, ESO que es mi propia naturaleza real, ESO innominable, incontaminable, inafectado.
ESO que es el mensajero de Si, el mensaje en Si, y el destinatario del mensaje para Si.
ESO que Es Todo lo que ES.
ESO es todo y nada màs hay aparte de ESO.
Tù, ères ESO...


Richard Mesones

La oruga y la mariposa.

La oruga y la mariposa.


La oruga no puede conocer la mariposa, pero èsta es su orìgen y su destino, su secreto ìntimo escondido en su aparente forma.
La oruga como tal debe morir para que la mariposa sea.
El ùnico motivo o propòsito para la transitoria existencia de la oruga es el emerger de la mariposa.
Cuando la oruga disuelve su forma en el interior de su crisàlida, sòlo entonces puede, la mariposa que siempre fue desenvolverse.
La una debe dejar de existir para que la otra aparezca.
Usted es esa "oruga" que vive en el monte (mundo) consumiendo una hoja tràs otra (experiencias) insaciablemente, ignorante de cual es su real naturaleza, sin poder volar ni ver màs allà de la rama por la cual se mueve, empujado por una fuerza y unos instintos que ni domina ni comprende.
Usted cree ser tan sòlo una oruga creada para comer, trasladarse, perseguir la hoja (el placer) y evitar el pico del pàjaro (dolor) hasta que su tiempo en el monte se acabe.
Escuche el llamado de la vida en su interior.
Vuèlvase hacia su interior y vea.
Entre en su crisàlida.
Allì verà como todo el sufrimiento no es otra cosa que creencias y apegos que nos llevan por la vida persiguiendo esto y escapando de aquello, de falsa identificaciòn en falsa identificaciòn, como si de una incompleta oruga se tratase.
Usted es ya y ha sido siempre la mariposa que siempre serà.
Usted es la mariposa soñando que es una oruga.
Vea la falsedad de su sueño, de sus creencias y apegos, y despierte de ello!
El final de "usted" tal y como se conoce hasta ahora, de como cree ser, es el resurgir del ser eterno que usted siempre ha sido, serà y es, de la mariposa que jamàs dejò de ser.
Pues, lo irreal jamàs fuè, y lo real jamàs dejò de serlo.
No nos hemos movido...
Solo cambia la forma en que nos vemos.
Cuando sus creencias y apegos, orìgen de su "separaciòn" de la Vida y de su sufrimiento se caen de usted, cuando usted pierde su "forma" de Ser, entonces el sufrimiento toca a su fin, entonces hay Comuniòn.
Y usted es "otra vez" la mariposa, el Ser que siempre fuè.

--
Richard Mesones

En sìntesis

1)Somos ya el Ser dichoso, libre, único y pletórico de paz que deseamos ser; estas cualidades son nuestra naturaleza misma.
2)Toda infelicidad o sufrimiento procede de creer en una idea limitante, falsa, condicionante, que nos “separa” del real fluir de la VIDA Una, siendo el sufrimiento resultante un llamado a indagar para el bien de nuestra liberación, para que podamos “volver” a Ser plenamente en Comunión (unidad) con el todo.
3)Toda idea condicionante que asumimos como verdadera para nosotros se transforma en una “necesidad interior” que es “imprescindible” cumplir primero (“llegar a ser así o asá”) para que podamos, según dicha historia, poder nuevamente sentirnos dichosos y en paz.
4)Esta “necesidad”, “condición”, “limitación”, o “carencia” no es real, es tan sólo un pensamiento que hemos tomado por verdad.
5)Ver la falsedad de dicha limitación, necesidad, requisito o “condición” es lo único necesario para que esta falsa creencia termine, así como la sensación de carencia o sufrimiento que provocaba. A la verdad de lo que somos no se llega, no se hace nada para “acercarse” a ella, para “lograrla”; es simplemente dejándonos de identificar con lo falso, que la verdad de lo que somos, puede así brillar sin distorsión alguna .Nuestra naturaleza es incontaminable, esta no puede ser ganada ni perdida ni lograda; sólo se ve momentáneamente oculta por las nubes pasajeras de las falsas creencias con que nos “separamos” del fluir de la vida al identificarnos con ellas, y resurge intacta y radiante en el mismo instante en que el fuego del discernimiento de la verdad nos libera de la asunción de lo falso, dejándonos nuevamente en el lugar de la Comunión con la Vida Una, con nuestra naturaleza original, lo que somos.
6)Esto es la Liberación a través de la autoindagación.
7)Y esta es la invitación para todo aquel que quiera ser libre de todo sufrimiento en vez “tener razón”.


Richard Mesones.