1- Auto-dependiente:
No depende de nadie externo a ti ni necesita guía para ser realizada; una vez que has adquirido las herramientas las llevas siempre contigo y estarán a tu disposición en todo y cualquier momento en que se te hagan necesaria.
2- No violentable, no imponible:
Tiene su propio ritmo natural que te reclamará tu atención a través de las alarmas del malestar, la tensión, la incomodidad interior, el descontento o el sufrimiento. Estos son el aviso de que hay algo en lo que debes indagar para el bien de tu propia libertad. Fuera de eso no es una actividad que imponerse ni se puede hacer de ella una “disciplina” tendiente a logra algo mediante el esfuerzo.
3- No direccionable arbitrariamente:
Esa misma inteligencia natural te muestra cuales son los pensamientos en los que debes indagar. Y en cada momento es tan sólo ése (un) pensamiento.
4- Integradora:
No nos abstrae del mundo ni nos requiere retraernos de nuestro cotidiano vivir sino que es en dicho vivir, en el espejo de las relaciones donde aparece lo que no nos está dejando sentirnos plenamente a gusto en nuestra vida, y es en ese fluir donde se inserta la auto-indagación y en donde se da la liberación de la ignorancia sobre la verdad y la realidad de lo que somos y no somos.
5- Impostural:
No necesita de ninguna postura física o interna para ser llevada a la práctica, sin embargo, se expresa físicamente generando relajación vitalizante, liviandad, mejora la postura, da mayor soltura corporal y articular, regulariza la respiración y vivifica los sentidos así como también aclara nuestra mente y serena nuestro sistema nervioso.
6- No dualizante:
No compartimenta la vida en interior y exterior, o sagrada y profana, espiritual y material, religiosa y secular, lo que es y lo que debería ser, etc; sino que por el contrario, te capacita para fluir en unidad, en comunión, sin separarte de la unicidad natural, del movimiento total, unitario de la vida.
7- Tiende a lo constante:
Pues va actualizando en ti la capacidad y la alerta que te permiten saber-sentir naturalmente cuando es necesario indagar y así ello se re-integra en ti como lo que verdaderamente es: una capacidad natural hasta ahora no desarrollada.
8- No requiere de “fuerza de voluntad”:
Es un flujo natural de la atención y por tanto absolutamente carente de esfuerzo. Si se fuerza, está mal hecho.
9- Absolutamente práctica:
Si bien es cierto que la auto-indagación te lleva a descubrir por ti mismo los funcionalismos más profundos del psiquismo humano y sus estructuras ancestrales de pensamiento, lo hace a través de lo que es importante para ti sanar en tu vida, y no por medio de alguna filosofía abstracta y oscura.
La liberación interior se trata de ti y sobre ti, pues tú eres la humanidad.
10- A prueba de errores:
No es posible equivocarse en la auto-indagación.
Tu sentir te muestra sin opciones entre las que decidir si algo es verdad para ti en este momento o si no lo es.
11- No es mística:
No se trata de perseguir “estados cumbre o elevados o superiores” ni “experiencias extracorporales”, ni “estados alterados de conciencia” ni “éxtasis” ni beatitudes o poderes o euforias del más variado tipo y delirio.
La auto-indagación te regresa, no “más allá” de todo eso, sino más acá de ello, a la fuente misma de donde toda experiencia brota y en la cual se diluye, a tu naturaleza original, a tu ser real en cuya atención todos los “estados” florecen y se extinguen sin dejar rastro de su paso ni alterarlo, como las imágenes a la pantalla de cine una vez que termina la función.
12- No es espectacular:
Es más bien natural. No te exalta sino que te distiende y hace que te rías mucho y tomes a “tu mente” mucho menos “en serio”.
13- No exhibible:
No sólo no es espectacular internamente sino que tampoco lo es externamente. No te confiere poderes ni nada con lo que puedas alardear sino que te devuelve a la clara conciencia de no necesitar de ningún poder ni de tratar de impresionar a nadie, empezando por ti mismo.
14- Unificadora:
Te permite vivenciarte en comunión, unidad, comunidad con todo y con todos.
15- No jerárquica:
No hay grados ni escalones ni niveles en ella ni en quienes la practican. Las relaciones se vuelven desprovistas de artificio y etiquetas, naturales, auténticas y absolutamente horizontales, entre prójimos; sin nadie mas abajo o mas arriba que nadie, sin explotadores ni explotados.
No hay en ella “iniciados” y “externos”, ni intermediarios ni demandantes ni autoridad; no te hace ni distinto ni distante.
16- Simple:
No requiere de ningún tipo de indumentaria especial ni de vestiduras ni disfraces místicos o recintos particulares ni de “lugares energéticos”, no necesita de conjunciones astrológicas ni de simbologìa alguna ni de secretos ni palabras de pase para entrar al propio corazón; tan sólo requiere de ti, sintiendo que ya has sufrido suficiente.
17- Sin ego:
No se logra nada ni se obtiene nada, no se llega a ningún lado, no se alcanza ningún estado especial ni se llega a ser nada ni a transformarse en “alguien” así o asá. No hay en ella comparación con otros egos ni imitación de nadie pues carece por completo de modelo, autoridad interna o guía o referencia para ser.
18- No necesita maestros:
La conciencia-sensibilidad es el propio maestro. Por tanto el listo y el tonto, el santo y el pecador, el rico y el pobre, el instruido y el ignorante, el sano y el enfermo, todos tienen en su propio interior al maestro que necesitan. No precisan ni dependen así de nadie más que de ellos mismos para poder ser ellos mismos y para descubrir en cada momento de la vida su particular sentir-ser-siendo en y frente al mundo.
19- Segura:
Es anti-neurosis. Te saca del alienamiento y la inseguridad.
Disuelve en ti todo fantasma y te libera de todo lo que no te permite sentirte seguro y a gusto con la vida.
20- Natural:
Pues nada hay más natural cuando algo te pincha en el pie que el detenerte, sacarte el zapato e indagar!
21- Ni exclusiva ni excluyente:
No es de algunos pocos sectarios sino de todos, es una capacidad natural del ser humano.
No es “para los pocos” o los “elegidos”, si sientes que ya has sufrido lo “suficiente”, ¡bienvenido a la auto-indagación!
22- No gregaria:
No necesita de consagraciones ni de congregaciones, ni de que te hagas amigo de “los que pensamos así”, ni de que “pertenezcas” a ninguna escuela, secta, partido o sistema organizado de nada.
No hay “iniciaciones” ni estúpidas pruebas de admisión ni investidura ni grupos de adeptos esperándote ni maestros ante los cuales claudicar la propia inteligencia. No es un nuevo rebaño ni algo de lo que formar parte.
23- No se necesita “estar preparado”:
No tiene otro requerimiento más que tu interés en terminar con la confusión y el sufrimiento en ti.
24- Promueve la verdadera inteligencia:
No es una creencia ni un dogma, no te adoctrina. Despierta en ti la sensibilidad que te permite vivir sin dependencia y poder ver por ti mismo claramente en cada paso del camino de tu vida por donde debes ir. Te quita el miedo; a partir de ahí ya no hay demonios ni necesitas de más dioses...
25- Divertida:
Se liberan enormes y pesadas cargas de creencias limitantes y junto con ello afloran grandes cantidades de risa y alegría interior, de verdadero “contento”.
Lo que antes te parecía grave o difícil de encarar ahora te causa risa.
26- Refrescante:
Vuelve la vida algo muy simple, disfrutable, no repetitiva, real, siempre nueva y fascinante.
27- Liberadora (valga la redundancia):
Te aliviana. No es un “debería” ni un “tengo que” mas para sumar a la lista de los que ya tienes. Por el contrario, es cuando aparece la tensión el único momento en que indagas, y sólo en el pensamiento que en ese momento te está generando esa tensión. En adelante, la vida se hace cargo de si misma. Y ni siquiera eres tú quien se libera a si mismo/a mediante algún tipo de esfuerzo o habilidad personal; es la verdad misma la que te libera de lo que no es cierto.
28- Sin fecha de vencimiento:
Te acompañará mientras vivas sin caducar jamás, hasta que ya no la necesites...
29- Económica:
No requiere energía.
30- Dignificante:
Te devuelve la responsabilidad sobre tu vida y junto con ella el poder sobre ti mismo, ese que un día te convencieron de que cedieras a los demás a cambio de aprobación, aceptación, afecto y seguridad.
Te devuelve tu propio ser, lo que siempre fue “tuyo” por derecho propio.
Te regresa a casa, a la unidad, de donde nunca partiste...
Richard Mesones.
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1 comentario:
Así es.
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