Silencio no es ausencia de pensamientos, es más bién ausencia de "yo", de identificación con el pensamiento.
No es ausencia de condicionamientos, sino del "controlador ignorante" que los usa para construir y sostener una identidad psicológica separada del fluir interior y exterior.
No es ausencia de memoria sino la destitución de la memoria como autoridad interior respecto de quien soy y como debo sentirme o conducirme; es la muerte de la llamada "memoria psicológica", no de la memoria factual.
No es un estado de "dejar el pensamiento en blanco", lo cual no es más que un efecto del uso de técnicas que sólo sirven para acallar con imposición y de forma momentánea el diálogo interno, sino un no-estado que no puede ser tocado ni ha sido jamás tocado por el pensamiento.
No es "el vacío del pensamiento", sino aquello, eso sin cualidad, ante cuya presencia se suceden tanto la presencia de pensamientos como su ausencia.
Silencio interior no es un "estado de ser", sino el ser indefinible y sin cualidad en el cual todos los estados surgen, se manifiestan, transcurren y se disuelven, sin dejar rastros ni huellas en el campo silencioso del cual surgieron.
El silencio interno es otro nombre para eso que no puede ser nombrado; para usted.
Cuando no hay más identificación con el movimiento del pensar, este queda como el motor de un auto en marcha cuando se pisa el embrague.
Entonces el pensamiento sucede en uno, o no sucede en uno, según el día, el ritmo de la energía vital, etc.
Pero nunca le sucede a-uno.
Eso es silencio interior.
Eso, no esto, ni el entendimiento de esto; sino su viviencia más allá de esta y cualquier descripción o definición...
Richard Mesones
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